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Bernard Le Bovier de Fontenelle

Bernard le Bovier de Fontenelle fue un escritor y filósofo francés que nació el 11 de febrero de 1657 en Ruan, Francia.

Hijo de un abogado y sobrino de Pierre Corneille por línea materna, Bernard Le Bovier de Fontenelle se educó en un colegio de jesuitas y cursó estudios de leyes. Se dio a conocer con una serie de obras teatrales y con unos brillantes Diálogos de los muertos (1683).

Apareció temprana y modestamente en el mundo de la poesía con versos ligeros publicados en Mercure Galant, y en el del teatro con una comedia y una tragedia poco logradas y algunos libretos de ópera más afortunados.

Bernard Le Bovier de Fontenelle creía sólo en la objetiva verdad científica, movido por una lógica intelectual. Durante mucho más de medio siglo, París pudo contemplar al agudo y sereno Le Bovier de Fontenelle en sus más célebres tertulias.
En su última etapa consagró la mayor parte de su tiempo a la correspondencia con sabios extranjeros.

Bernard Le Bovier de Fontenelle falleció el 9 de enero de 1757 en París.

Fuente: biografiasyvidas.com

Frases y citas de Bernard Le Bovier de Fontenelle (26)

No os toméis la vida demasiado en serio; de todos modos no saldréis vivos de ésta.
La vanidad es el amor propio al descubierto.
La mayor parte de las mujeres prefiere que se hable mal de su virtud antes que de su encanto y belleza.

No hay más historias antiguas que las fábulas.
Las pasiones son como los vientos, que son necesarios para dar movimiento a todo, aunque a menudo sean causa de huracanes.
Lo bueno necesita aportar pruebas; lo bello, no.
El filósofo, es un hombre que no quiere creer lo que ve; porque está demasiado ocupado en meditar sobre lo que no ve.
Si volviera a comenzar mi carrera, volvería a hacer lo que he hecho.
La modestia es el complemento de la sabiduría.
El orgullo es el complemento de la ignorancia.
El único secreto que saben guardar las mujeres es el de los años que tienen.
La exactitud es la excelencia de los necios.
La salud es la unidad que da valor a todos los ceros de la vida.
Es un gran obstáculo para la felicidad esperar demasiado.

Es verdad que no se puede encontrar la piedra filosofal, pero está bien que se busque.
El mundo es un gran libro de memorias en el que todos quieren escribir su nombre.

Esperar una felicidad demasiado grande es un obstáculo para la felicidad.
La astronomía fue hija del ocio.
El testimonio de los que creen una cosa establecida, no tiene fuerza para apoyarla; pero el testimonio de los que no la creen tiene fuerza para destruirla. Pues los que creen pueden no estar instruidos de las razones para no creer, pero no es posible que los que no creen no estén instruidos de las razones para creer.
Es más fácil quedarse con un libro que con su contenido.
Cuando las cosas no quieren conformarse con nosotros, nosotros debemos conformarnos con ellas.
El más grande secreto para la felicidad es estar bien consigo mismo.
La dicha es un horizonte lejano, que retrocede a medida que nos acercamos a él.
Si tuviese mi mano cerrada llena de verdades, me guardaría muy bien de abrirla.
La fuerza de las mujeres está en su debilidad.