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Charles Darwin

Charles Robert Darwin fue un naturalista británico, uno de los científicos más influyentes de la historia.

    Nació el 12 de febrero de 1809 en su hogar familiar, en Shrewsbury, Shropshire, Inglaterra.

Fue el quinto de los seis hijos del doctor y financiero Robert Darwin y de Susannah Wedgwood. A los ocho años, Charles Darwin ya mostraba interés por la historia natural.

    Desde septiembre de 1818, junto a su hermano mayor Erasmus, asistió a la Shrewsbury School, una escuela anglicana. Al finalizar sus estudios en 1825, ingresó en la Universidad de Edimburgo, donde comenzó a estudiar medicina.

En 1831 obtuvo su grado en Cambridge y, con 22 años, se enroló como naturalista sin paga en el barco de reconocimiento HMS Beagle, embarcándose en una expedición científica alrededor del mundo.

A bordo del Beagle, Charles Darwin encontró numerosas evidencias que respaldaban el uniformismo de Lyell. En Sudamérica, además, documentó una gran diversidad de plantas, animales y fósiles, recogiendo múltiples muestras que analizó a su regreso a Inglaterra.

Tras su regreso a Inglaterra en 1836, se dedicó a desarrollar sus ideas sobre la evolución de las especies. Encontró inspiración en el libro Ensayo sobre el principio de población (1798) del economista británico Thomas Robert Malthus.

En 1838, formuló su teoría de la selección natural. Durante los siguientes veinte años, se dedicó a desarrollar y perfeccionar su teoría.
    En 1858, Darwin publicó su teoría, y un año después apareció en su obra completa El origen de las especies por medio de la selección natural. El libro se agotó el primer día de su lanzamiento, lo que llevó a múltiples reediciones.

Charles Darwin falleció el 19 de abril de 1882 en Down House. Fue enterrado en la abadía de Westminster.

Fuente: buscabiografias.com

Frases y citas de Charles Darwin (101)

• No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente, sino aquel que mejor se adapta al cambio.

• No hay ninguna diferencia fundamental entre el hombre y los animales en su capacidad de sentir placer y dolor, felicidad y miseria.

• En la historia de la humanidad, aquellos que aprenden a cooperar son los que han prevalecido.

• Dejamos de buscar monstruos debajo de nuestra cama cuando nos dimos cuenta de que estaban dentro de nosotros.

• No puedo convencerme a mí mismo de que un Dios benévolo y omnipotente hubiera creado de manera diseñada avispas parásitas con la intención expresa de que se alimentaran dentro de los cuerpos vivos de las Orugas.

• Matar un error es un servicio tan bueno, y en ocasiones incluso mejor, que el establecimiento de una nueva verdad o hecho.

• Con salvajismo, las debilidades del cuerpo y la mente son eliminadas rápidamente.

• En la larga historia de la humanidad (y también de los animales) aquellos que aprendieron a colaborar e improvisar con mayor eficacia han prevalecido.

• Los hechos falsos son altamente perjudiciales para el progreso de la ciencia, pues a menudo perduran por mucho tiempo; pero las opiniones falsas, si están respaldadas por alguna evidencia, hacen poco daño, pues todos encuentran un placer saludable en demostrar su falsedad; y cuando esto se hace, se cierra un camino hacia el error y a menudo se abre al mismo tiempo el camino hacia la verdad.

• Siento profundamente que todo el tema es demasiado profundo para el intelecto humano. Un perro podría especular sobre la mente de Newton. Que cada uno espere y crea lo que pueda.

• He intentado leer a Shakespeare últimamente y lo he encontrado tan intolerablemente aburrido que me da náuseas.

• He dicho que en las trece especies de pinzones terrestres se puede rastrear una gradación casi perfecta, desde un pico extraordinariamente grueso hasta uno tan fino que puede compararse con el de una curruca.

• ¡Si no fuera por el mareo, todo el mundo sería marinero!

• Un hombre que se atreve a desperdiciar una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida.

• La ignorancia genera más frecuentemente confianza que el conocimiento: son los que saben poco, no los que saben mucho, quienes afirman tan positivamente que este o aquel problema nunca será resuelto por la ciencia.

• La esencia misma del instinto es que se sigue independientemente de la razón.

• La inteligencia se basa en la eficiencia con la que una especie se vuelve capaz de hacer las cosas que necesita para sobrevivir.

• Sin embargo, debemos reconocer, como me parece, que el hombre con todas sus nobles cualidades... todavía lleva en su cuerpo el sello indeleble de su humilde origen.

• Un ser moral es aquel que es capaz de reflexionar sobre sus acciones pasadas y sus motivos, de aprobar algunas y desaprobar otros.

• Un hombre desnudo sobre un caballo desnudo es un espectáculo magnífico. No tenía ni idea de lo bien que se complementaban los dos animales.

• Además del amor y la simpatía, los animales exhiben otras cualidades relacionadas con los instintos sociales que en nosotros llamaríamos morales.

• Siempre somos lentos en admitir cualquier gran cambio del que no vemos los pasos intermedios.

• La selección natural causa casi inevitablemente mucha extinción de las formas de vida menos mejoradas e induce lo que he llamado divergencia de caracteres.

• ¡Nuestra descendencia, entonces, es el origen de nuestras malas pasiones! El diablo, bajo la forma de babuino, es nuestro abuelo.

• Instintos tan simples como el de las abejas creando una colmena podrían ser suficientes para derribar toda mi teoría.

• ¡Qué extraño es que nadie vea que toda observación debe ser a favor o en contra de algún punto de vista para que sea de alguna utilidad!

• La humanidad tiende a incrementarse a una tasa más grande que sus medios de subsistencia.

• El hombre es descendiente de un cuadrúpedo peludo, con cola, probablemente arbóreo en sus hábitos.

• Las amistades de un hombre son una de las mejores medidas de su valor.

• Es una maldición para todo hombre estar tan absorto en cualquier tema como yo en el mío.

• No soy apto para seguir ciegamente el liderazgo de otros hombres.

• Si se pudiera demostrar la existencia de un órgano complejo que no pudiera haberse formado mediante numerosas, sucesivas y sutiles modificaciones, mi teoría se desmoronaría por completo. Pero no encuentro ningún caso semejante.

• Los instintos naturales se pierden en estado doméstico.

• Nada es más fácil que admitir con palabras la verdad de la lucha universal por la vida, ni más difícil –al menos a mí me ha parecido así– que tener constantemente presente esta conclusión.

• La pérdida de estos gustos [por la poesía y la música] es una pérdida de felicidad, y posiblemente sea perjudicial para el intelecto y, más probablemente, para el carácter moral, al debilitar la parte emocional de nuestra naturaleza.

• Creo que es inevitable que, a medida que se formen nuevas especies mediante la selección natural, otras se vuelvan cada vez más raras, hasta extinguirse. Las formas que compiten más estrechamente con las que se modifican y mejoran serán las que, naturalmente, sufrirán más.

• La expresión que a menudo utiliza el señor Herbert Spencer, “La supervivencia del más apto”, es más precisa y, a veces, igualmente conveniente.

• No creo, como veremos más adelante, que todos nuestros perros desciendan de una única especie salvaje, pero en el caso de algunas otras razas domésticas hay pruebas presuntas, o incluso sólidas, que apoyan esta opinión.

• Por lo tanto, si el hombre continúa seleccionando y aumentando cualquier peculiaridad, casi con toda seguridad modificará involuntariamente otras partes de la estructura, debido a las misteriosas leyes de correlación.

• No puedes depender de tus ojos cuando tu imaginación está fuera del foco.

• En algún período futuro, no muy lejano, medido por siglos, las razas civilizadas del hombre casi seguramente exterminarán y reemplazarán a las razas salvajes en todo el mundo.

• Si la miseria de los pobres no es causada por las leyes de la naturaleza, sino por nuestras instituciones, nuestro pecado es grande.

• En la visión ordinaria de cada especie creada de manera independiente, no obtenemos ninguna explicación científica.

• Me convertí en una especie de máquina para observar hechos y sacar conclusiones.

• El rubor es la expresión más peculiar y humana de todas.

• Una ley general que conduce al avance de todos los seres orgánicos –es decir, a multiplicarse– es variar, dejar que los más fuertes vivan y los más débiles mueran.

• El hombre, en su arrogancia, se cree una gran obra, digno de la intervención de una deidad. Es más humilde, y creo que más verdadero, considerarlo creado de animales.

• Sin embargo, tan profunda es nuestra ignorancia y tan alta nuestra presunción, que nos maravillamos cuando oímos hablar de la extinción de un ser orgánico, y como no vemos la causa, invocamos cataclismos para desolar el mundo o inventamos leyes sobre la duración de las formas de vida.

• Siempre he mantenido que, exceptuando a los tontos, los hombres no difieren mucho en intelecto, sólo en celo y trabajo duro; y todavía creo que hay una diferencia eminentemente importante.