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David Riesman

David Riesman fue un sociólogo estadounidense nacido el 22 de septiembre de 1909 en Filadelfia, Pennsylvania, Estados Unidos.
   Hijo de un profesor de Medicina de origen alemán.
   Cursó estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard.

De 1935 a 1936 fue secretario en la Asociación de Justicia del Tribunal Supremo de los Estados Unidos; entre 1937 y 1941 profesor de derecho en la Universidad de Búfalo y entre 1942-1943 fue auxiliar del fiscal general del condado de Nueva York. De 1946 a 1958 fue profesor de derecho en la Universidad de Chicago y en 1958 profesor de sociología en la Universidad de Harvard.

Durante gran parte de su carrera, Riesman se identificó profundamente con las causas libertarias civiles y animó a los estudiantes a asumir los riesgos de hacer frente a las crisis mundiales. Pero la aparición del movimiento antibelicista y los levantamientos de estudiantes de los 60, relacionados con aquél, le alarmaron. Junto con otros famosos intelectuales de los años de la Guerra Fría, insistió en que el movimiento radical estudiantil había ido demasiado lejos en su crítica.

   David Riesman falleció el 10 de mayo de 2002 en Binghamton, Nueva York.

Fuente: buscabiografias.com

Frases y citas de David Riesman (30)

• Estudia las frases que parecen ciertas y ponlas en duda.

• La idea de que los hombres son creados libres e iguales es tanto verdadera como engañosa: los hombres son diferentes, pierden su libertad social y su autonomía individual en la búsqueda de llegar a ser como los demás.

• Si algo permanece más o menos inalterado, será el papel de la mujer.

• El suburbio moderno es el producto del automóvil, la semana de cinco días y las ‘horas de los banqueros’ de las masas.

• Aquellos que están excluidos del trabajo significativo están, en gran medida, excluidos del juego significativo.

• Una de las cosas de las que la gente huye cuando sale de la ciudad es la necesidad de rechazar a las personas menos educadas que ellos, o de aceptarlos con todo lo que ello implica para la educación de sus hijos y su futura inserción en la sociedad.

• Me pregunto cuántos Einsteins potenciales habrán llegado a sentirse irremediablemente descorazonados a causa de exámenes competitivos y del hastío generado por acumular méritos en su currículo a la fuerza.

• Hoy, la ocupación futura de todos los moppets es ser consumidores calificados.

• La etiqueta puede ser al mismo tiempo un medio para acercarse a las personas y mantenerse alejado de ellas.

• ¿Por qué, pregunto, no es posible que la publicidad en su conjunto sea un fraude fantástico, que presenta una imagen de Estados Unidos que nadie toma en serio, y menos aún los publicistas que la crean?

• El entretenimiento de masas en Estados Unidos ha estado dominado durante mucho tiempo por la modalidad del realismo documental.

• No es nuevo que la generación mayor lamente la indolencia de los jóvenes, y hay una tendencia de estos últimos a mantener gran parte de la ética anterior protegida por una nueva semántica y una ideología alterada.

• Una disminución de la exuberancia es apenas perceptible en Estados Unidos, haciéndose sentir particularmente entre los más educados y los más acomodados en una pérdida de apetito por el trabajo y quizás incluso por el ocio.

• Los propios niños, antes de tener acceso a un automóvil, son cautivos de su suburbio, salvo aquellas familias en las que las amas de casa ceden la continuidad de sus propias vidas para llevar a sus hijos a clases, médicos y otros servicios a los que se puede llegar en transporte público en la ciudad.

• Estados Unidos no solo es grande y rico, es misterioso; y su capacidad para el ocultamiento humorístico o irónico de sus intereses coincide con la del legendario chino inescrutable.

• Ha habido un cambio de héroes dentro de la comunidad de la clase trabajadora.

• Hoy en día, la verdad es la gran noticia. Los medios de comunicación son los mayoristas, los grupos de pares, los minoristas de la industria de las comunicaciones.

• La premonición de la muerte puede ser para muchos un estímulo a la novedad de la experiencia: la inminencia de la muerte sirve para barrer las sospechas inesenciales para aquellos que no huyen del pensamiento de la muerte hacia la trivialidad.

• Las palabras no solo nos afectan temporalmente; nos cambian, nos socializan o desocializan.

• Existe evidencia de que los hombres jóvenes en las grandes firmas de abogados, aunque todavía trabajan más duro que la mayoría de sus clientes, no se vanaglorian de trabajar de noche y durante los fines de semana como lo hacían antes.

• Ya no está claro qué camino es hacia arriba, incluso si uno quiere subir.

• La situación del trabajador de fábrica actual recuerda en ciertos aspectos a la del capitalista del siglo XIX cuya esposa lo arrastró de mala gana hacia la “cultura” y lo apartó de sus preocupaciones “materialistas”.

• Los conductores en un atasco de tráfico, frustrados por la presencia de los demás, no son los hombres más amables.

• Aunque los altos ejecutivos pueden trabajar tan duro como siempre, en parte quizás porque, al haber sido capacitados en un día anterior, difícilmente pueden evitar hacerlo, sus subordinados tienen algo menos de mentalidad laboral.

• Los medios de comunicación, lejos de ser una conspiración para embotar el sentido político de la gente, podrían ser vistos como una conspiración para disfrazar el grado de indiferencia política.

• Las Ciencias Sociales... nos llevaron a la falacia de que, dado que todos los hombres tienen su ser en la cultura y como resultado de la cultura, tienen una deuda con esa cultura que ni siquiera una vida de altruismo podría pagar.

• Es entre los grupos menos privilegiados relativamente nuevos en el ocio y el consumo donde el entusiasmo por las posesiones conserva algo de su energía prístina.

• Lo más cercano que tenemos a la ideología tradicional de la clase ociosa es un grupo de artistas e intelectuales que consideran su trabajo como juego y su juego como trabajo.

• Si queréis sacar de la medicina el máximo disfrute, sed estudiantes toda la vida.

• En las culturas preindustriales, el ocio apenas es una carga o un “problema” porque está integrado en el ritual y el plan básico de vida para el que las personas están condicionadas en la infancia; a menudo posee una actitud relativamente atemporal hacia los acontecimientos.