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Benjamin Disraeli

Benjamin Disraeli fue un político inglés nacido en 1804 en una familia judía sefardí. Tras hacerse abogado, se dedicó a la literatura desde 1824. Su juventud fue una sucesión de fracasos: perdió todo el dinero que invirtió en la Bolsa, no consiguió sacar adelante el periódico que fundó y perdió cinco elecciones parlamentarias. Cuando por fin entró en la Cámara de los Comunes gracias a su incondicional apoyo al jefe de los conservadores -Robert Peel-, los diputados recibieron entre risas su primer y extravagante discurso (1837).

En 1842-46 encabezó una rebelión del ala derecha del partido contra el librecambismo de Peel, que derribó a éste del gobierno; con ello, sin embargo, no consiguió más que debilitar a su partido, que hubo de pasar a la oposición. En 1848 fue designado líder de los conservadores en los Comunes, pero siguió acumulando fracasos electorales, apenas compensados por sus éxitos como escritor. Muchas de sus novelas contenían críticas a la política de su tiempo o consideraciones histórico-filosóficas que sustentaban su posición política.

Sirvió dos veces como ministro de Hacienda hasta que la reina Victoria I le nombró primer ministro en 1867-68.
   Durante la década de los setenta la política británica estuvo marcada por el enfrentamiento entre Disraeli y el líder de los liberales, William Gladstone, cuya política atacó aquél desde la oposición.
   Cuando accedió a un segundo mandato como primer ministro (1874-80), puso en marcha el ambicioso programa imperialista que había anunciado en su discurso del Crystal Palace (1872).

Su agresividad en política exterior le permitió frenar el expansionismo ruso defendiendo al Imperio Otomano (al que hizo pagar su apoyo en 1878 con la entrega de Chipre). En 1880 perdió las elecciones y al año siguiente murió de una bronquitis.

Fuente: biografiasyvidas.com

Frases y citas de Benjamin Disraeli (104)

• Ser consciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber.

• El tiempo es precioso, pero la verdad es más preciosa que el tiempo.

• Las pequeñas cosas afectan a las pequeñas mentes.

• La ignorancia nunca resuelve una pregunta.

• El recuerdo de una amistad de colegio tiene cierta fuerza mágica: ablanda el corazón y hasta conmueve el sistema nervioso de los que no tienen corazón.

• No leas la historia. Lee la biografía porque es una vida sin teoría.

• En política, experimentos significan revoluciones.

• Cuando quiero leer una novela, escribo una.

• Guárdate del hombre de un solo libro.

• Siento una sensación muy inusual: si no es una indigestión, creo que debe ser gratitud.

• El autor que habla de sus propios libros es peor que la madre que sólo habla de sus hijos.

• La hora del amanecer es aquella en que el crimen pesa, la orgía se halla extenuada y hasta la desolación encuentra un albergue.

• Aumento de medios y aumento de ocios son los dos civilizadores del hombre.

• Se le acaban los nervios a una persona cuando tiene que ser amable todos los días con el mismo ser humano.

• Nada en la vida es más notable que la ansiedad innecesaria que sufrimos, y generalmente nos creamos.

• Lo que aprendemos de la historia es que no aprendemos de la historia.

• El destino de este país depende se la educación de su gente.

• La magia del primer amor consiste en nuestra ignorancia de que pueda tener fin.

• Señor, no los derrotaré, los trascenderé.

• El mundo está harto de estadistas a quienes la democracia ha degradado convirtiéndolos en políticos.

• Una de las cosas más difíciles en este mundo es admitir que estás equivocado. Y nada es más útil para resolver una situación que su franca admisión.

• No hay sabiduría como la franqueza.

• Ningún gobierno puede mantenerse sólido mucho tiempo sin una oposición temible.

• Después de saber cuándo debemos aprovechar una oportunidad, lo más importante es saber cuándo debemos renunciar a una ventaja.

• Hasta en el exceso existe una moderación.

• La mayor desgracia que le ha caído al hombre ha sido la invención de la imprenta. La imprenta ha destruido la educación.

• Las colonias no dejan de serlo por que sean independientes.

• Estoy preparado para lo peor, pero espero lo mejor.

• La paciencia es un ingrediente necesario del genio.

• Hable con un hombre sobre sí mismo y lo escuchará durante horas.

• Los desengaños de la edad madura suceden a las ilusiones de la juventud; esperemos que la herencia de la vejez no sea la desesperación.

• La acción no siempre puede traer felicidad; pero no hay felicidad sin acción.

• ¿Es menos filosófico creer en un Dios personal omnipotente y omnisciente fuerzas naturales inconscientes irresistibles? ¿Es filosófico combinar el poder con la inteligencia?

• Cultiva tu mente con grandes pensamientos, porque nunca irás más alto de lo que crees.

• No puedo prestar atención a menos que me atraiga.

• ¡Confiamos demasiado en los sistemas, y muy poco en los hombres!

• Viajar enseña tolerancia.

• Piensa antes de hacer, pero no te pases tanto tiempo pensando que no llegues a empezar.

• Casi todo lo que es grande ha sido hecho por la juventud.

• Sostengo que lo característico de esta época es una ansiosa credulidad.

• Por norma, el que tenga más información tendrá el mayor éxito en la vida.

• El hombre solo es grande cuando actúa desde la pasión.

• En política, nada es despreciable.

• La mejor manera de familiarizarse con un tema es escribir sobre él.

• Como todos los grandes viajeros, yo he visto más cosas de las que recuerdo y recuerdo más cosas de las que he visto.

• El secreto del éxito es la constancia del propósito.

• Un galope es la cura para todo mal.

• Vivimos en una época en la que ser joven e indiferente no puede ser sinónimo.

• Todas las mujeres deberían casarse; los hombres, no.