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Émile Zola

Émile Édouard Charles Antoine Zola, más conocido como Émile Zola,fue un escritor, novelista, periodista y dramaturgo francés que nació el 2 de abril de 1840 en París.

Nacido en el seno de una familia poco adinerada, abandonó los estudios para ponerse a trabajar como administrativo, pero no tardó en empezar a colaborar con artículos en diversos medios. Conectado en un principio con el Romanticismo, sus primeras obras fueron relatos que se publicaron bajo el título de Cuentos a Ninon (1864), y una novela autobiográfica de tintes románticos llamada La confesión de Claude (1865).

Como colaborador del periódico L'Evénement comenzó a realizar crítica pictórica, interesándose por la pintura impresionista y contrayendo amistad con los nuevos artistas de la época. Interesado en la obra de Balzac y en las teorías de Taine, desarrolló un concepto de novela diferente, donde reflejaba en gran detalle la vida de una familia a lo largo de varias generaciones.

Comenzó a implicarse en política con el notorio artículo Yo acuso, en el que se involucraba en el famoso Caso Dreyfus, lo que le costó un proceso por difamación y su retiro a Londres. Tras regresar a París siguió publicando artículos sobre el caso, falleciendo finalmente el 29 de septiembre de 1902 asfixiado en su casa, posiblemente asesinado.

Fuente: lecturalia.com

Frases y citas de Émile Zola (80)

El novelista está formado por un observador y un experimentador.
Los locos piensan y tienen todos alguna idea cuya tensión exagerada ha roto el resorte de su inteligencia. Los dementes son enfermos del espíritu y del corazón; almas desdichadas, pero llenas de vida y de fuerza.
Si me preguntas qué vine a hacer en este mundo, yo, un artista, te responderé: ¡Estoy aquí para vivir en voz alta!

A través de los siglos, la historia de los pueblos no es más que una lección de tolerancia mutua.
Cuando los amantes se besan en las mejillas, es porque están buscando, sintiendo los labios del otro. Los enamorados se hacen con un beso.
Si callas la verdad y la entierras debajo de la tierra, crecerá y se acumulará un poder tan explosivo que el día en que estalle a través de ella explotará todo en su camino.
El deber más alto del hombre es proteger a los animales de la crueldad.
La violencia nunca ha prosperado, no puedes rehacer el mundo en un día. ¡Cualquiera que prometa cambiarlo todo por ti es un tonto o un pícaro!
La perfección es una molestia de la que a menudo me arrepiento, como de la de haberme curado del consumo de tabaco.
Denuncio, ante la conciencia de la gente decente, esta presión que los poderes públicos ejercen sobre la justicia del país. Son abominables costumbres políticas que deshonran a una nación libre.
No hay nada que desconcierte más a un espíritu que una instrucción inconexa: lo vuelve vano y presuntuoso.
El talento no se enseña, crece en el sentido que le place.
Uno forja su estilo en el terrible yunque de los plazos diarios.
Cuando a veces, a sus espaldas, lo llamaban tirano, él simplemente sonreía y pronunciaba esta profunda observación: si algún día me vuelvo liberal, dirán que los he decepcionado.

Paso agradables tardes en mi jardín, viendo todo lo que vive a mi alrededor. A medida que envejezco, siento que todo se va y me encanta todo con más pasión.
Nada desarrolla inteligencia como los viajes.

La única base para vivir es creer en la vida, amarla y aplicar toda la fuerza del intelecto para conocerla mejor.
El arte para mí... es una negación de la sociedad, una afirmación del individuo, fuera de todas las reglas y todas las demandas de la sociedad.
Nada está nunca acabado, basta un poco de felicidad para que todo vuelva a empezar.
En los horribles días de confusión moral que estamos viviendo, en un momento en que la conciencia pública parece ofuscarse, a ti, Francia, me dirijo, a la nación, a la patria.
Sabe demasiado para ser novelista.
En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio.
El pasado no es más que el cementerio de nuestras ilusiones.
Cuando tienes un dolor que es demasiado grande, no dejas espacio para ningún otro.
El pecado debe ser algo exquisito, mi querido muchacho.

Estoy poco preocupado por la belleza o la perfección. Todo lo que me importa es la vida, la lucha, la intensidad.
Tengo una sola pasión: iluminar a aquellos que han estado en la oscuridad, en nombre de la humanidad que tanto ha sufrido y tiene derecho a la felicidad. Mi protesta ardiente es simplemente el grito de mi alma.
La conclusión no pertenece al artista.
En París, la verdad avanzaba, irresistible, y ya sabemos de qué modo estalló la esperada tormenta...
Porque, en verdad, el espectáculo ha sido inaudito, ha superado en brutalidad, en desfachatez, en declaraciones indignas, los peores instintos, las mayores bajezas jamás confesadas por la bestia humana.
La realidad y la miseria me oprimen y, sin embargo, sueño todavía.
Una mujer sin hijos no puede ser feliz. Amar no es nada; es menester que el amor tenga frutos de bendición.
¡La existencia es tan amarga para cada uno de nosotros! ¿No deberíamos perdonar a los demás, amigo mío, si deseamos que nos perdonemos a nosotros mismos?

Una nueva dinastía nunca se funda sin lucha. La sangre hace buen estiércol.
Todo es solo un sueño.
Una vida entera no sería lo suficientemente larga para que agotaras la mirada de la joven cosechadora.

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Aprende Más

El destino de los animales es más importante para mí que el miedo a parecer ridículo; está indisolublemente conectado con el destino de los hombres.
El pensamiento es un hecho. De todas las obras, la que más fertiliza el mundo.
No soy más que un convencido soldado de lo verdadero. Si me equivoco, mis juicios están aquí, impresos, y dentro de cincuenta años se me juzgará a mí, se me podrá acusar de injusticia, de ceguera, de violencia inútil. Acepto el veredicto del porvenir.
La idea superior de disciplina que llevan en la sangre esos soldados, ¿No basta para invalidar su capacidad de equidad? Quien dice disciplina dice obediencia.
La belleza es un estado de ánimo.
Cuanto más duramente se oprime la verdad, más fuerza toma, y la explosión será terrible.
En mi opinión, no puede afirmar haber visto algo hasta que lo haya fotografiado.
En el amor como en la especulación hay mucha suciedad. También en el amor, la gente piensa solo en su propia gratificación; sin embargo, sin amor no habría vida, y el mundo llegaría a su fin.
Los gobiernos desconfían de la literatura porque es una fuerza que los elude.
Si las personas pueden amarse solo un poco, pueden ser tan felices...
Hay dos hombres dentro del artista, el poeta y el artesano. Uno nace poeta. Uno se convierte en un artesano.

El trabajo es la gran ley, la fuente de La vida.
Ya sé que el grupo de jóvenes que se manifiesta no representa a toda la juventud y que un centenar de alborotadores por la calle causan más ruido que diez mil trabajadores que se quedan en su casa.

...tuvo entonces la brusca convicción de que el dinero constituía el estiércol en medio del cual surgía aquella humanidad del mañana.
La juventud es inmoderada en sus deseos.
Es un crimen explotar el patriotismo para trabajos de odio; y es un crimen, en fin, hacer del sable un dios moderno, mientras toda la ciencia humana emplea sus trabajos en una obra de verdad y de justicia.
Estos jóvenes naturalmente crecen con ideas diferentes a las nuestras, ya que nacen para tiempos en los que ya no estaremos aquí.
Si no puedo abrumar con mi calidad, abrumaré con mi cantidad.
El artista no es nada sin el don, pero el don no es nada sin el trabajo.
Gente respetable... ¡Qué bastardos!
Un dios de la bondad sería caritativo para todos. Tu dios de la ira y el castigo no es más que una fantasía monstruosa.
Era una espera sin esperanza, con la certeza de que la muerte no perdonaría.
Sí, el futuro es de los grandes capitales y de los esfuerzos centralizados de las grandes masas. Toda la industria y todo el comercio, acabarán por no ser más que un inmenso bazar único, donde la gente podrá proveerse de todo.
¿Por qué me conmueve tanto el corazón cuando me encuentro con un perro perdido en nuestras ruidosas calles? ¿Por qué siento tanta pena de angustia cuando veo que una de estas criaturas va y viene, olfateando a todos, asustada, desesperada de encontrar a su amo?
No soy optimista, quiero ser optimista.
Es un crimen envenenar a los pequeños y a los humildes, exasperando las pasiones de reacción y de intolerancia, y cubriéndose con el antisemitismo, de cuyo mal morirá sin duda la Francia libre, si no sabe curarse a tiempo.
Una lengua es una lógica.

No es necesario que uno se humille para merecer ayuda, es suficiente que uno sufra.
¡Sí! vive la vida con cada fibra de tu ser, ríndete a ti mismo, sin pensamientos de rebeldía, sin engañarte a ti mismo de que se puede mejorar y hacer que sea indoloro.

No soy yo quien soy fuerte, es la razón, es la verdad.
Apaga la vela, que no necesito ver el color de mis ideas.
Feliz tú, que puedes tener tanta sangre fría... Yo tengo ratos en que me vuelvo loco.
Yo lo único que pido es, que éstos entren en razón, y sean más sensatos, y espero que lo hagan, porque, después de todo la gente no es tan mala como dicen...
La palabra realista no significa nada para mí, porque subordinaría la realidad al temperamento. Dame lo que es verdad y aplaudiré. Pero dame lo que es individual y vivo y aplaudiré aún más.
Una obra de arte es un rincón de la creación, visto a través de un temperamento.
¿Prometió la ciencia la felicidad? No lo creo. Prometió la verdad, y la pregunta es saber si alguna vez haremos la felicidad con la verdad.
Mi arte es una afirmación del individuo fuera de todas reglas y de todas las necesidades sociales.
¿No pasó uno la primera mitad de los días en sueños de felicidad y la segunda mitad en remordimientos y terrores?
Prefiero morir de pasión que de aburrimiento.
Lo repito con una certeza aún más vehemente: la verdad está en marcha y nada la detendrá.
La civilización no alcanzará su perfección hasta que la última piedra de la última iglesia caiga sobre el último sacerdote.
La honradez absoluta no existe en mayor cantidad que la salud perfecta. En todos nosotros hay un fondo de animal humano, al igual que hay un fondo de enfermedad.
Mi deber es hablar, no quiero ser cómplice. Mis noches se verían asediadas por el espectro del inocente que, padeciendo el más horrible suplicio, expira un crimen que no ha cometido.
El odio es santo. Es la indignación de los corazones fuertes y paternos, el desdén militante de aquellos a quienes la medianía y la necesidad enojan. Odiar es amar, es tener el alma ardiente y generosa, es vivir holgadamente, despreciando las cosas estúpidas y vergonzosas.