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August Von Kotzebue

August Friedrich Ferdinand von Kotzebue fue un escritor dramático alemán que nació el 3 de Mayo de 1761 en Weimar.
   Estudió en Jena y Duisburg y desde niño dio pruebas de una vanidad extraordinaria. En 1779 estrenó con éxito en Weimar sus primeras producciones teatrales. En 1783 entró al servicio de Rusia y la emperatriz Catalina II le nombró gobernador de Estonia.

A causa de su mal estado de salud en 1790 deja su cargo y regresó a Weimar, donde no fue recibido con los honores que él esperaba. Residió algunos años más en Rusia, y en 1797 volvió a Alemania y al pasar por Viena fue nombrado director del teatro de la corte, cargo que desempeñó dos años.

   Regresa nuevamente a Weimar en 1801, pero la influencia relevante de Goethe le molestaba y tramó numerosas intrigas contra el destacado poeta, viéndose obligado por fin a abandonar la población. En 1802 fundó en Berlín la revista Der Freimutige en la que arremetió contra Goethe y los hermanos Schlegel.

Entre 1812 y 1813 formó parte del cuartel general ruso y redactó notas diplomáticas y las proclamas del emperador Alejandro. En 1814 fue nombrado cónsul de Rusia en Königsberg y en 1816 agregado del ministro de Relaciones exteriores de Rusia, siendo enviado al año siguiente a Alemania con una misión secreta.

   Residió en varias ciudades y estando en Mannheim en 1819 fue asesinado por un estudiante llamado Sandpor por considerarlo “traidor a la patria”.

Fuente: www.ecured.cu

Frases y citas de August Von Kotzebue (32)

• Un instante de gozo del corazón vale más que dos horas de placer de los sentidos.

• Hay que seguir la lucha con lo que podamos hasta que podamos.

• Todos somos egoístas, unos más, otros menos. Uno deja correr desnudo su egoísmo, el otro le pone un abrigo.

• Las mujeres deben enhebrar matrimonios y agujas de coser.

• La amistad es la flor del momento y el fruto del tiempo.

• La pobreza no viola - es un dicho que todos tienen en la boca, pero ninguno en el corazón.

• La gente se equivoca, pero sólo las grandes personas reconocen su error.

• Cada persona forja su propia grandeza. Los enanos permanecerán enanos aunque se suban a los Alpes.

• A veces el saber dar es más fácil que el saber recibir.

• Las personas agradecidas son como campos fértiles, devuelven diez veces más de lo que han recibido.

• ¡Hay otra vida mejor!

• El que recibe su brillo del exterior, suele estar oscuro por dentro.

• Un regalo de la mano del amor - el mendigo puede enfrentarse al príncipe.

• Pensar de manera diferente a la multitud es coraje del espíritu, decir lo que uno piensa es coraje del corazón - ¡y locura!

• El interés es la rueda principal de la máquina del mundo.

• Tres cosas son indispensables en la corte: piernas sanas, espalda flexible y lengua suave.

• El hombre no está satisfecho con nada en el mundo, excepto con su mente. Cuanto menos tiene, más feliz es.

• Los parientes rara vez son más que conocidos, y el número de verdaderos amigos es muy reducido.

• El matrimonio es una flor delicada. Si le falta el sol del amor o el alimento del respeto mutuo, la flor se seca rápidamente.

• Cualquiera que pueda confundir agradecimiento con recompensa solo se ha ganado lo último.

• Quien ha perdido sus bienes puede decir: “Mis parientes han muerto”.

• La más amable de las mujeres siempre será la más bella.

• Belleza; es sólo una renta vitalicia, cuando la belleza muere, el pago cesa y ella siempre muere joven.

• Entre todas las locuras que hace una mujer, su primer amor es siempre una de las más grandes.

• El mundo no es peor ni mejor que hace mil años y después de mil años lo será.

• La modestia excesiva también es vanidad.

• La tenacidad es confundida frecuentemente con la obstinación.

• La delicadeza inteligente es el arma más irresistible de la mujer.

• La verdad es una droga repugnante; es mejor estar enfermo antes de decidirse a tomarlo.

• Que cualquier persona en la tierra pueda estar libre de prejuicios es el mayor prejuicio.

• Y estamos lejos el uno del otro para que los corazones se queden cerca, y todos, sí todos, estarán felices cuando te suceda algo bueno.

• Cuando se trata de amor, el mendigo puede enfrentarse al príncipe.