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Más frases de Francis Bacon (115)

• La gran osadía rara vez es absurda.

• Un hombre sabio tendrá más oportunidades de las que encuentra.

• Hay dos formas de esparcir la luz... ser la vela o el espejo que la refleja.

• Viajar, en el género más joven, es parte de la educación; en el anciano, una parte de la experiencia. El que viaja a un paías antes de entrar en el idioma, va a la escuela.

• Siempre es mejor no tener creencias que tener creencias falsas.

• La edad es mejor en cuatro cosas: madera vieja para quemar, el vino viejo para beber, los viejos amigos en quienes confiar y los viejos autores para leer.

• La muerte es el menor de todos los males.

• La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad.

• Sin la amistad, el mundo es un desierto.

• La perfección de la propia conducta estriba en mantener cada cual su dignidad sin perjudicar la libertad ajena.

• El papel más honroso en una conversación corresponde al que da la ocasión a ella, y luego al que la dirige y hace que se pase de un asunto a otro, pues así uno dirige la danza.

• Los descubrimientos ya logrados se deben al azar y a la experiencia vulgar más que a la ciencia.

• El mar, por su naturaleza, estaría tranquilo y quieto si los vientos no lo revolvieran y turbaran. De la misma manera el pueblo estaría quieto y sería dócil si oradores y sediciosos no lo removiesen y agitasen.

• El que da buenos consejos, construye con una mano; el que da buenos consejos y ejemplos, edifica con ambas; pero el que da buena advertencia y mal ejemplo, construye con una mano y tira hacia abajo con la otra.

• Para los amigos... mira los buenos libros: son verdaderos amigos, que ni adularán ni disimularán.

• La maravilla es la semilla del conocimiento.

• Mientras menos gente hable de su grandeza, más pensamos en ella.

• Las habilidades naturales son como las plantas naturales; necesitan poda por estudio.

• El juicio precipitado muestra falta de carácter.

• Porque una multitud no es compañía; y las caras no son más que una galería de imágenes; y habla, pero un címbalo tintineante, donde no hay amor.

• El requisito del éxito es la prontitud en las decisiones.

• El silencio es la virtud de los locos.

• La soberanía del hombre está oculta en la dimensión de sus conocimientos.

• La esperanza es un buen desayuno pero una mala cena.

• El argumento se semeja al disparo de una ballesta, es igual de efectivo dirigido a un gigante que a un enano.

• La lógica, dado el mal uso que de ella se hace, vale más para estabilizar y perpetuar los errores cimentados sobre el terreno de las ideas vulgares, que para conducir al descubrimiento de la verdad.

• Poca ciencia aleja muchas veces de Dios, y mucha ciencia conduce siempre a él.

• La virtud de la prosperidad es la templanza, la virtud de la adversidad es la fortaleza.

• Es un triste destino para un hombre morir demasiado conocido por todos los demás, y aún desconocido para él.

• El dinero es un gran servidor, pero un mal maestro.

• Si queremos lograr cosas nunca antes logradas, debemos emplear métodos que nunca antes se habían intentado.

• La serpiente, si quiere convertirse en dragón, debe comer sola.

• Un hombre sabio guardará sus secretos más profundos en el silencio.

• La comprensión humana cuando una vez ha adoptado una opinión (ya sea como la opinión recibida o por ser agradable) atrae todas las demás cosas para apoyarla y estar de acuerdo con ella.

• Una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas.

• La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad.

• Quisiera vivir para estudiar, no estudiar para vivir.

• Es un extraño propósito perseguir el poder y perder la libertad.

• Cuando el peligro parece ligero, deja de ser ligero.

• En lo que acción se refiere, el hombre no puede hacer otra cosa que aproximar o separar los cuerpos naturales; lo demás lo realiza la naturaleza.

• La belleza es como la fruta estival: fácil de corromper y de corta duración.

• Un hombre debe aprovechar su oportunidad, tan a menudo como la encuentre.

• Solo hay dos tragedias en la vida: una es la incapacidad de uno para alcanzar el deseo de un corazón: ¡el otro es tenerlo!

• El trabajo del artista siempre es profundizar en el misterio.

• No hay comparación entre lo que se pierde al no tener éxito y lo que se pierde al no intentarlo.

• Son los malos descubridores los que piensan que no hay tierra cuando no pueden ver nada más que mar.

• La verdad puede ser cuestionable, pero la evidencia no.

• Yo conocía a uno que, cuando escribía alguna carta, ponía lo más importante en la posdata, como si fuera algo accidental.

• La duda: la escuela de la verdad.

• Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas.

• La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue.

• La bajeza más vergonzosa es la adulación.

• Escoger el propio tiempo es ganar tiempo.

• Nada induce al hombre a sospechar mucho como el saber poco.

• El respeto de sí mismo es, después de la religión, el principal freno de los vicios.

• Elige la vida que sea más útil, y el hábito la hará más agradable.

• La imaginación se le dio al hombre para compensarlo por lo que no es; y sentido del humor para consolarlo por lo que es.

• Un amigo falso es más peligroso que un enemigo abierto.

• La mejor parte de la belleza es lo que ninguna imagen puede expresar.

• Escribe los pensamientos del momento. Aquellos que vienen sin ser buscados son comúnmente los más valiosos.