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Gloria Fuertes

Gloria Fuertes García fue una poetisa española incluida en la generación del 50. Nació el 28 de julio de 1917 en el barrio de Lavapiés de Madrid.
    Tuvo ocho hermanos, de los cuales solo vivieron cuatro.

A los 15 años quedó huérfana y comenzó a trabajar en diferentes oficios, hasta que pasó “de la oficina de hacer cuentas a una redacción para hacer cuentos”.

La muerte de su madre en el año 1934 y la Guerra Civil le afectaron mucho. Dijo que sin la tragedia de la Guerra Civil, “la más incivil” de las guerras, quizá no hubiera escrito nunca.

En 1935 publicó sus primeros versos y dio sus primeros recitales de poesía en Radio Madrid. Cercana al surrealismo y al postismo, asistió al Instituto de Educación Profesional de la Mujer, donde estudió biblioteconomía e inglés.

Estuvo becada en Estados Unidos (1961) y en 1972 consiguió la Beca March de Literatura Infantil.

A mediados de los años 70 colaboró en programas infantiles de TVE como “Un globo, dos globos, tres globos” y “La cometa blanca”.

    Gloria Fuertes falleció en Madrid el 27 de noviembre de 1998 a causa de un cáncer.

Fuente: buscabiografias.com

Frases y citas de Gloria Fuertes (55)

• Yo he sido feminista desde que era niña, pero no lo he sabido hasta bien pasados los cincuenta años.

• Lo mejor del olvido es el recuerdo.

• A veces quise no soñar contigo, y cuanto más quería más soñaba, por tus versos que yo saboreaba, tú el rico de poemas, yo el mendigo.

• La luna sin espejo de la noche, la noche sin misterios por la luna, entonces me di cuenta, tienes una espalda tan hermosa como un ciervo.

• No basta defender a los explotados, hay que curar al explotador su tisis de egoísmo.

• Dios y el botones saben que no soy tonta.

• Cuando el mundo retrocede, la rima asoma. Cuando la vida aprieta, los versos repuntan.

• A mis años ya me da casi igual, pero es que llamarme poetisa parece cosas de risa y muy cursilindo.

• En el árbol de mi pecho hay un pájaro encarnado. Cuando te veo se asusta, ¡eres un espantapájaros!

• La poesía no debe ser un arma, debe ser un abrazo, un invento, un descubrir a los demás lo que les pasa por dentro, eso, un descubrimiento, un aliento, un aditamento, un estremecimiento. La poesía debe ser obligatoria.

• Y crear esa frase que abrace todo el mundo; los poetas debiéramos arrancar las espadas, inventar más colores y escribir padrenuestros.

• ¡Los poetas amamos a la sangre! A la sangre encerrada en la botella del cuerpo, no a la sangre derramada por los campos, ni a la sangre derramada por los celos, por los jueces, por los guerreros; amamos a la sangre derramada en el cuerpo, a la sangre feliz que ríe por las venas, a la sangre que baila cuando damos un beso.

• Un niño con un libro de poesía en las manos nunca tendrá de mayor un arma entre ellas.

• Soy alta; en la guerra llegué a pesar cuarenta kilos. He estado al borde de la tuberculosis, al borde de la cárcel, al borde de la amistad, al borde del arte, al borde del suicidio, al borde de la misericordia...

• Los niños entienden todo menos la ironía.

• Dios no es una esperanza, es un realidad para las personas que tenemos la gran suerte de tener fe. Yo lo siento. A lo mejor no lo comprendo del todo, pero lo siento y eso ya es mucho.

• Estoy triste... y no sé por qué; he bebido amor, y aún tengo sed.

• En el mundo animal pasan las cosas más bellas de la vida.

• A veces quiero preguntarte cosas, y me intimidas tú con la mirada, y retorno al silencio contagiada del tímido perfume de tus rosas.

• Debemos inquietarnos por curar las simientes, por vendar corazones y escribir el poema que a todos nos contagie.

• Sin la tragedia de la guerra quizá nunca hubiera escrito poesía.

• Tengo miedo de creer que el amor es tan sólo un poema inventado por mí.

• Y ahora le da por escribir, como si no tuviera bastante con leer.

• El amor está en todo. Yo creo que en todos mis cientos o miles de poemas está, latiendo, el amor.

• Sigo entre fusiles y pistolas sin mancharme las manos.

• En vista de lo visto me desvisto, me desnudo a mí misma y me mantengo, me encanta este tener lo que no tengo.

• Detestamos a los cazadores y más a los disecadores –peor que quitar la vida es conservar la muerte–.

• Cristales de tu ausencia acribillan mi voz, que se esparce en la noche por el glacial desierto de mi alcoba. Yo quisiera ser ángel y soy loba. Yo quisiera ser luminosamente tuya y soy oscuramente mía.

• Cuando se quiere una cosa, aunque la familia no te ayude, se consigue.

• La gente dice: pobres tiene que haber siempre. Y se quedan tan anchos, tan estrechos de miras, tan vacíos de espíritu.

• Si te sigues divirtiendo y riendo y asombrándote con lo que ves en el mundo aunque crezcas y te hagas alto, no dejarás de ser niño jamás.

• Yo no trato a los niños como tontos, sino como muy inteligentes. Lo único que intento es que se lo pasen bien, que les gusten los libros.

• Lo único bueno que me dio la Guerra Civil fue que me hizo pacifista y me dejó un poco de metralla en el muslo.

• Una mujer, para que se la reconozca como escritora, pintora, investigadora o lo que sea, tiene que hacer veinte veces más que un hombre, tiene que ser una fuera de serie. No hay apenas mujeres reconocidas en ninguna profesión, pero el mundo está lleno de célebres hombres mediocres.

• Qué mal género es el género humano.

• Alto profundo es esto que nos une, esto que nos devora y que nos crea; ya se puede vivir teniendo el alma cogida por el alma del que esperas.

• Si vales de verdad y quieres algo con todas tus ganas, sales adelante seguro.

• Que le dejen dormir, que se callen los que se callaron cuando estaba vivo.

• Sonreír cuesta muy poco pero da mucho a cambio.

• Quiero que llegue, pero no deseo acercarme a tu voz y no quemarme.

• Se puede crear pintura, escultura y música abstracta, pero una casa, un amor y un poema no pueden ser abstractos.

• En las noches claras, resuelvo el problema de la soledad del ser. Invito a la luna y con mi sombra somos tres.

• Presiento que me quiere quien no puede quererme.

• El astronauta desde la luna dijo: Todo va OK... lo que apenas se puede aguantar es este silencio.

• Mis modas estaban muy mal vistas. Yo lo hacía porque me gustaba, pero ahora veo que era un poco rebelde, supongo que siempre lo he sido.

• La muerte es una costumbre de la vida. En las guerras la costumbre pasa a vicio.

• Que se muera un ser querido no te asusta, te da un dolor tan fuerte que puedes ir detrás de él. Lo que sí me asusta es abrir el periódico y ver que muchos hombres están matándose en vez de amándose los unos a los otros, que es un slogan muy bonito.

• Empecé a escribir poemas cuando descubrí que se podía querer a una persona que no era de tu familia, menuda sorpresa me llevé.

• Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos, que al corazón le llega poca sangre.

• ¿Quién dijo que la melancolía es elegante? Quitaos esa máscara de tristeza, siempre hay motivo para cantar, para alabar al santísimo misterio. No seamos cobardes, corramos a decírselo a quien sea, siempre hay alguien que amamos y nos ama.

• ¡La mujer y el niño necesitan más cariño, qué leche!

• Nos basta una mano para matar. Necesitamos dos para acariciar, para aplaudir y todas las del mundo para conseguir la paz.

• Está bien que quede constancia de aquellas muchachitas que en los años 50 (sin porros ni discotecas) nos daba por escribir poesía. Ellas se emocionarían al ver sus poemas publicados.

• Mantenerse en estado optimista las veinticuatro horas del día es un hecho heróico que nadie ensalza y a mí me llena de orgullo de tarde en tarde.

• Dentro de mi poesía, aunque sean temas muy serios, nunca falta humor.