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Heinrich Heine

Christian Johann Heinrich Heine fue uno de los más destacados poetas alemanes del siglo XIX.

    Heinrich Heine nació el 13 de diciembre de 1797 en Düsseldorf, en el seno de una familia de judíos ortodoxos.
    En 1819, inicia sus estudios de Derecho, primero en Bonn y posteriormente en la Universidad de Gotinga.

Se traslada a Berlín en 1821, donde entra en contacto con el también escritor Chamisso y el filósofo alemán G. W. F. Hegel. Allí permaneció hasta 1823 escribiendo poesía.

De 1824 a 1825 retomó sus estudios de derecho. Al estar prohibido el ejercicio de la profesión de jurista a los judíos en la Alemania de aquella época, se hizo cristiano en 1825 para conseguir el título académico.

De 1827 a 1831 viajó por Inglaterra, Italia y distintas partes de Alemania. Se publicaron tres volúmenes de poemas con sus experiencias, Cuadros de viaje (1826-1831).

En 1841 se casó con una dependienta francesa. Cuatro años después contrajo una enfermedad en la columna que le obligó a guardar cama desde 1848 hasta el día de su muerte en París, el 17 de diciembre de 1856. Algunas de sus obras más notables provienen de estos últimos años de su vida.

Fuente: buscabiografias.com

Frases y citas de Heinrich Heine (54)

• Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres.

• Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres.

• Los sabios emiten ideas nuevas; los necios las expanden.

• Bien mirados, todos nos ocultamos, completamente desnudos, en los vestidos que usamos.

• Mejor que el talento es el carácter.

• La libertad es una nueva religión, la religión de nuestro tiempo.

• Los gobiernos pueden gobernarse sólo gracias a lo que les ha hecho nacer. Así, por ejemplo, un gobierno fundado con la fuerza se sostiene sólo con la fuerza, no con la astucia, y viceversa.

• Mi corazón se parece al océano; tiene tormenta, y flujo y reflujo; y muchas hermosas perlas yacen escondidas en sus profundidades.

• Pocas veces me habéis comprendido y pocas os comprendí. Sólo cuando nos encontramos en el fango nos comprendimos en seguida.

• Los pueblos presienten instintivamente a aquellos, de quienes necesitan para cumplir su misión.

• La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.

• Construye tu cabaña en el valle, pero nunca lo hagas en la cima.

• Que cosa es el placer sino un dolor extraordinariamente dulce.

• El que piensa en la muerte está ya muerto a medias.

• El cura católico camina como si el cielo le perteneciese; el pastor protestante como si lo tuviera arrendado.

• Solo se beneficia de los elogios quien valora la crítica.

• El inteligente se percata de todo; el tonto hace observaciones, sobre todo.

• Es una historia vieja que siempre sigue siendo nueva y, a quien le pasa, el corazón se le parte en dos.

• Si quieres viajar hacia las estrellas, no busques compañía.

• Todo delito que no se convierte en escándalo no existe para la sociedad.

• De todas las invenciones, el sueño es la más preciosa.

• Cuando una mujer te ha engañado, procura amar inmediatamente a otra.

• La vida es una enfermedad; el mundo un gran hospital, y la muerte, el médico que nos cuida a todos.

• En las épocas oscuras, las personas se guían mejor por la religión, al igual que en una noche completamente oscura un ciego es el mejor guía; conoce las carreteras y caminos mejor que un hombre que puede ver. Sin embargo, cuando llega la luz del día, es una tontería usar hombres ciegos y viejos como guías.

• Estoy seriamente convencido de que un francés que blasfema es un espectáculo más agradable para Dios que un inglés que reza.

• Por lo general, está loco, pero tiene momentos lúcidos en los que solo es estúpido.

• Dios me perdonará: es su oficio.

• Los ángeles lo llaman placer divino; los demonios, sufrimiento infernal; los hombres, amor.

• Los conceptos filosóficos alimentados en el silencio del estudio de un académico pueden destruir toda una civilización.

• La vida y el mundo son el sueño de un dios ebrio, que escapa silencioso del banquete divino y se va a dormir a una estrella solitaria, ignorando que crea cuanto sueña.

• Cuanto más conozco a la gente, más me gustan los perros.

• No hay hombre más infeliz que aquel para quien la indecisión se ha hecho costumbre.

• En cuanto a la virtud, la fealdad es ya la mitad del camino.

• Todavía no se ha descubierto la brújula para navegar en la alta mar del matrimonio.

• Para ser amado de todo corazón... hay que sufrir.

• Los romanos nunca habrían tenido tiempo de conquistar el mundo si antes hubieran tenido que aprender latín.

• El pensamiento precede a la acción como el relámpago precede al trueno.

• Cuando los héroes bajan del escenario, aparecen los payasos.

• El estilo, como las uñas, es más fácil tenerlo brillante que limpio.

• Solamente quiero hacer notar que para escribir en buena prosa, se debe también ser diestro en el arte métrico.

• Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: “Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos mas que opiniones, y para elevar una catedral gótica se necesita algo más que una opinión”.

• La experiencia es una buena escuela, pero la matrícula es muy cara.

• Los frailes de la Edad Media no andaban del todo descaminados cuando afirmaban que el griego era una invención del diablo.

• Es muy fácil perdonar a nuestros enemigos cuando carecemos de medios para aniquilarlos.

• Dormir es bueno, la muerte es mejor; pero claro, lo mejor sería no haber nacido nunca.

• A mi estómago poco le importa la inmortalidad.

• Proseguir su vida o perderla por la patria es igualmente dulce.

• Dios nos ha dado la lengua para que podamos decir cosas amables a nuestros amigos y duras verdades a nuestros enemigos.

• Hablar de locura de amor es un pleonasmo; el amor en sí ya es locura.

• No existe nada más silencioso que un cañón cargado.

• Todo se te perdonará, excepto que seas un genio.

• Nunca he visto un asno que hablara como un ser humano, pero he conocido a muchos seres humanos que hablaban como asnos.

• Chopin es un gran poeta de la música, un artista tan genial que sólo puede compararse con Mozart, Beethoven, Rossini y Berlioz.

• Si nada tienes, deja que te entierren; porque sólo el que tiene algo, ¡oh desgraciado!, tiene derecho a la vida.