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Henry Miller

Henry Valentine Miller fue un escritor, que sin duda fue uno de los mayores talentos de la literatura estadounidense.

Nació el 26 de diciembre de 1891 en Yorkville, barrio de Nueva York.
    Hijo de padres americanos de origen alemán, al poco tiempo de su nacimiento la familia se instaló en Brooklyn.

Cursó estudios en el City College de su ciudad natal. Durante tres años, a partir de 1914, trabajó con su padre y en otras ocupaciones como funcionario municipal y empleado de una compañía de cemento. En 1924 abandona la compañía de telégrafos, donde ocupaba un cargo de director de personal, y decide consagrarse a la escritura antes de trasladarse a París en el año 1930.

Allí residió diez años llevando una vida bohemia descrita en tres de sus novelas, Trópico de Cáncer (1934), Primavera negra (1936) y Trópico de Capricornio (1939).

Se casó cinco veces y tuvo tres hijos.

    Se le ha considerado incluso un precursor del posmodernismo. Sus trópicos, tachados de pornográficos, generaron una gran polémica y la prohibición en los países anglosajones.

En 1976 recibió la Legión de Honor de la República Francesa, galardón entregado por el embajador francés en Estados Unidos.

Henry Miller falleció el 7 de junio de 1980 en Pacific Palisades (California).

Fuente: buscabiografias.com

Frases y citas de Henry Miller (77)

• Hay que darle un sentido a la vida por el hecho mismo de que la vida carece de sentido.

• Si nos volvemos hacia una realidad más grande, es una mujer quien nos tendrá que enseñar el camino. La hegemonía del macho ha llegado a su fin. Ha perdido contacto con la tierra.

• Las flores delicadas son las primeras que perecen en una tormenta.

• Ningún hombre pondría palabra por escrito si tuviera el valor de vivir lo que cree.

• ¿Qué quieren de mí? Cuando tengo algo que decir, lo digo. Cuando tengo algo que dar, lo doy.

• Es sorprendentemente hermosa esta hora, cuando cada uno parece seguir su propio camino.

• Siempre creía en algo y, por eso, me metía en líos.

• El espíritu del hombre es como un río que busca la mar. Si se le represa, aumenta su fuerza.

• Los poetas de hoy retroceden, embalsamándose en un lenguaje críptico, cada vez más incomprensible. Y, a medida que van desapareciendo uno tras otro, los países que los vieron nacer se van arrojando de cabeza a su propia perdición.

• En cuanto ves la vida con claridad, todo resulta una farsa: una farsa monumental.

• Cada guerra es una destrucción del espíritu humano.

• La monogamia es como estar obligado a comer papas fritas todos los días.

• Todos los días matamos nuestras mejores pasiones.

• Quien por un amor muy grande (lo que finalmente es una locura) muere, renace para ya no conocer ni amor ni odio, sólo para gozar.

• Ningún hombre es bastante o suficientemente sabio como para que cualquiera de nosotros le entregue nuestro destino. La única manera a través de la cual alguien podría liderarnos es restaurando en nosotros la creencia en nuestro propio criterio.

• El teatro arde en llamas y los actores siguen con su papel.

• Era el pasado, que es el único que abarca la eternidad.

• Nada aprenderemos hasta que aceptemos el hecho de que la vida misma se fundamenta en el misterio.

• En torno a cada hombre genial hay una constelación de genios similares.

• El milagro que está al alcance tanto del idiota y el cobarde como del héroe y el santo, es el amor. Nacido en un instante, vive eternamente.

• La imaginación es la voz del atrevimiento.

• La mayor parte de la escritura se hace lejos de la máquina de escribir.

• Cada hombre tiene su propio destino: el único imperativo es seguirlo, aceptarlo, sin importar a dónde lo lleve.

• El objetivo de la vida es vivir, y vivir significa ser conscientes, gozosamente, borrachamente, serenamente, divinamente conscientes.

• No se puede infundir deseo de lucha a un hombre que no lo tiene.

• Pasamos imperceptiblemente de una escena, una edad, una vida, a otra.

• La acción es importante, aun cuando entrañe una actividad fútil.

• Después de todo, el mundo que habitamos no es más que la imagen reflejada de nuestro caos interior.

• El libro enriquece al que se apodera de él con toda el alma, pero enriquece tres veces más al que lo analiza.

• ¡En cada Paraíso hay una manzana envenenada!

• Si Dios no es amor no vale la pena que exista.

• Cada momento es de oro para los que lo saben ver como tal.

• Si debe haber paz, vendrá a través del ser, no del tener.

• Por cada nueva altura que alcanzamos, nuevos y más desconcertantes peligros nos amenazan.

• Mientras falte esa chispa de pasión, la actuación carecerá de significado humano.

• El mundo es el espejo de mi muerte, y el mundo no muere si yo no muero.

• Los resultados de una buena acción, de una palabra amable, son incalculables.

• Una corta guerra basta para destruir el trabajo de siglos.

• Los libros son una de las pocas cosas que los hombres atesoran profundamente.

• Curar una neurosis pone al paciente en un gran peligro: el de curarse de todo.

• Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia.

• El auténtico líder no tiene que liderar, simplemente está satisfecho con señalar el camino.

• En el momento en que uno presta mucha atención a cualquier cosa, incluso a una brizna de hierba, se convierte en un impresionante e indescriptiblemente magnífico mundo misterioso, en sí mismo.

• Lo importante siempre es no impacientarse demasiado. Todo llega a su debido tiempo.

• Es más fácil tomar el hombre como un símbolo que como un hecho.

• La sonrisa era tan dolorosamente rápida y fugitiva, que era como el destello de un cuchillo.

• Hay mil maneras de hablar, y las palabras de nada sirven si el espíritu está ausente.

• El libro que yace inane en un anaquel es munición desperdiciada.

• He deseado tanto, tanto, que sabiendo que mis ambiciones y mis sueños son irrealizables, puedo sentirme contento prácticamente con nada.

• No tengo dinero, ni recursos, ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo.

• Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva manera de ver las cosas.

• Hay personas en este mundo cuya figura es tan grotesca, que hasta la muerte las vuelve ridículas. Y cuanto más horrible es su muerte, más ridículas parecen. Es inútil atribuir un poco de dignidad a su fin: hay que ser un mentiroso o un hipócrita para descubrir algo de trágico en su partida.

• Uno debe ir siempre hacia el lugar donde no está señalado.

• Amo todo lo que fluye, todo lo que contiene el tiempo y el porvenir, que nos devuelve al comienzo donde nunca hay fin.

• Todo lo que le ocurría era negativo. No podía ser de otro modo. Vivía a la expectativa de que las cosas fueran a peor y, por supuesto, siempre ocurría así.

• Si uno elige vivir su propia vida a su propio modo debe pagar el precio.

• Hoy día la magia ha desaparecido del alfabeto, forma muerta que sólo expresa pensamientos muertos.

• Y cuanto mejor sea el hombre, con mayor facilidad será capaz de desprenderse de los bienes que más atesora...

• La actitud correcta hacia el dinero es de codicioso desdén.

• El sexo es una de las nueve razones para la reencarnación, las otras ocho no son importantes.

• Somos nosotros mismos los que creamos nuestro destino cada día.

• Hay personas que no pueden resistir el deseo de meterse en una jaula con fieras y dejarse despedazar. Se meten en ella hasta sin revólver ni látigo. El temor las vuelve temerarias.

• Cuando nuestras propias vidas están amenazadas, empezamos a vivir.

• El cáncer del tiempo nos está devorando.

• Todos quieren arreglar el mundo; nadie quiere ayudar a su prójimo. Quieren convertirte en un hombre, sin tomar en consideración tu cuerpo. Todo está al revés.

• Conseguir que los hombres se agrupen alrededor de una causa, una doctrina o una idea es siempre más fácil que persuadirlos de que sean dueños de su propia vida.

• Los grandes no abren oficinas, ni cobran honorarios, ni pronuncian conferencias, ni escriben libros. La sabiduría es muda, y la propaganda más eficaz en favor de la verdad es la fuerza del ejemplo personal.

• El sufrimiento es innecesario. Pero hay que sufrir antes de poder comprender que lo es.

• Si tu llamas experiencias a tus dificultades y recuerdas que cada experiencia te ayuda a madurar, vas a crecer vigoroso y feliz, no importa cuán adversas parezcan las circunstancias.

• Mis pies tocan las raíces de un cuerpo eterno, para el que no tengo nombre. Estoy en comunicación con la Tierra entera. Aquí estoy en el útero del tiempo, y nada me sacará de mi quietud.

• Lo más difícil en la vida es aprender a hacer lo que es estrictamente ventajosa para el bienestar de uno mismo, estrictamente vital.

• El arte no enseña nada más que el significado de la vida.

• Quiero una pureza clásica, donde la porquería sea porquería y los ángeles sean ángeles.

• Si no reconoces a Max como a tu verdadero hermano, no ganarás nada ni en el espíritu ni en el cuerpo. Tus libros de aquel anaquel... Apestan. ¡Apestan tus libros!

• La vida real comienza cuando estamos solos, cara a cara con nuestro propio yo desconocido.

• Conocerse a sí mismo, es liberarse de los demonios que nos poseen.

• Un pequeño exceso de luz, de energía (aquí en la tierra), y dejas de ser apto para vivir en la sociedad humana. La recompensa del visionario es el manicomio o la cruz.