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Hermann Hesse

Hermann Karl Hesse fue un escritor, poeta, novelista y pintor alemán, nacionalizado suizo en 1924. Hesse fue un buscador durante toda su vida. Lo demuestra no sólo su gran obra poética, que en 1946 le hizo merecedor del Premio Nobel, sino también su biografía. En Calw, su ciudad natal, donde vino al mundo el 2 de julio de 1877, Hesse pasó sus años de juventud en el ambiente de la familia, que le marcaron y que se reflejan en muchos pasajes de sus libros. Maulbronn, Tubingia y Basilea fueron ciudades donde pasó otras etapas de su vida.

En 1904 se trasladó a una granja en Gaienhofen, junto al lago de Costanza, para seguir viviendo allí como escritor autónomo. En 1911 realizó un viaje a la India y poco después se trasladó a Suiza, primero a Berna y después, en 1919, a Montagnola (Tessin), donde inició su periodo creativo más rico y donde murió el 9 de Agosto de 1962.

La superación de las crisis personales es uno de los puntos focales en la obra de Hesse, que también trata cuestiones de la religión y la política.

Fuente: www.hermann-hesse.de

Frases y citas de Hermann Hesse (122)

• Hay millones de facetas de la verdad, pero una sola verdad.

• Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros.

• Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros.

• La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla.

• No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos.

• La verdad se vive, no se enseña.

• La sabiduría no es más que una preparación del alma, una capacidad, un arte secreto de pensar, sentir y respirar pensamientos de unidad en cada momento de la vida.

• Vivo en mis sueños, eso es lo que sientes. Otras personas viven en sueños, pero no en los suyos. Esa es la diferencia.

• La práctica debería ser producto de la reflexión, no al contrario.

• Cuando te gusta alguien, te gusta a pesar de sus fallas. Cuando amas a alguien, lo amas con sus faltas.

• Los burgueses prefieren la comodidad al placer, la conveniencia a la libertad y una temperatura agradable al mortal y consumidor fuego interior.

• El sol nos habla por medio de la luz, con aroma y color lo hacen las flores, el aire con las nubes, nieve, y lluvia.

• He apagado mi vela con un soplo. Por la ventana abierta se introduce la noche, dulcemente me abraza y me permite ser como amigo o hermano.

• Sin el animal que habita dentro de nosostros somos ángeles castrados.

• El hombre poderoso en el poder sucumbe; el hombre del dinero, en el dinero; el servil y humilde, en el servicio; el que busca el placer, en los placeres. Y así sucumbió el lobo estepario en su independencia.

• El hombre no es de ninguna manera un ser firme y duradero, es más bien un ensayo y una transición, no es otra cosa sino el puente estrecho y peligroso entre la naturaleza y el espíritu.

• Sobre el instante en que se decide el destino interior de un hombre siempre se expande una oscuridad, como sobre un misterio sagrado.

• Cuando la dicha me deja alguna vez una hora de tiempo para estar despierto, para sentir anhelos íntimos, entonces todo mi anhelo no se cifra en conservar por siempre esta ventura, sino en volver a sufrir, aunque más bella y menos miserablemente que antes.

• ¿Qué puedo decirte que te pueda ser útil, excepto que tal vez estás buscando algo con tanta insistencia que consigues no encontrar nada?

• La eternidad es un mero instante, lo suficientemente largo como para bromear sobre ella.

• Aquellos que no saben gobernarse a sí mismos están constantemente buscando un líder al que adorar.

• La felicidad es amor, no otra cosa. El que sabe amar es feliz.

• Hacer versos malos depara más felicidad que leer los versos más bellos.

• Tienes que intentar lo imposible para lograr lo posible.

• La realidad y el significado no estaban ocultos en algún lugar detrás de las cosas, estaban en ellas, en todos ellas.

• Sólo tienes miedo si no estás en armonía contigo mismo. La gente tiene miedo porque nunca se han rendido a sí mismos.

• Solo dentro de ti existe esa otra realidad que anhelas.

• Quien quiera música en lugar de ruido, alegría en lugar de placer, alma en lugar de oro, trabajo creativo en lugar de negocios, pasión en lugar de tonterías, no encuentra hogar en este mundo trivial nuestro.

• Lo que llamas pasión no es fuerza espiritual, sino fricción entre el alma y el mundo exterior.

• Algo más, algo menos, mi querido muchacho, las voces de los hombres son todas un engaño; sólo somos honestos cuando niños, y ya después en el sepulcro.

• El mal brota siempre donde falta el amor.

• Y, además (lo he leído no sé donde), la vida del libertino es una de las mejores preparaciones para el misticismo.

• Al mundo primitivo no conducen senderos; no se consuela nuestra alma con ejércitos de estrellas, no con río, bosque y mar.

• Hay muchos santos que en un principio fueron graves pecadores; también el pecado puede ser un camino para la santidad.

• La bella y noble novia de la que había hablado de manera alegórica era la pobreza, con la que pensaba desposarse hondamente de aquí en más.

• La humanidad tendrá que aprender alguna vez a contener su multiplicación por medios de razón.

• Como cuerpos, todos somos solteros, como almas, nadie lo es.

• La felicidad es un ‘cómo’, no un ‘qué’. Es un talento, no un objeto.

• El conocimiento puede ser transmitido, pero no la sabiduría.

• Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia.

• Alguno no llega jamás a ser hombre, y sigue siendo rana, ardilla u hormiga.

• Nuestra mente es capaz de pasar más allá de la línea divisoria que hemos trazado para ella. Más allá de los pares de opuestos en que consiste el mundo, otras percepciones nuevas comienzan.

• No es nuestro propósito el convertirnos en nuestro prójimo, es reconocernos el uno al otro, aprender a ver al otro y honrarlo por lo que es.

• Escribir es bueno, pensar es mejor. La inteligencia es buena, la paciencia es mejor.

• El amor por Dios no siempre es lo mismo que el amor por el bien.

• Estás dispuesto a morir, cobarde, pero no a vivir.

• Cuando se trata de un demente, el mejor método es pretender estar cuerdo.

• Ninguno de los libros de este mundo te aportará la felicidad, pero secretamente te devuelven a ti mismo.

• Ni un árbol uno encuentra, ni río ni animal que penetre al corazón; no encontrarás un consuelo sino entre tus semejantes.

• La ciencia que el sabio intenta comunicar suena siempre a locura.

• Las cosas bellas son perecederas y los buenos tiempos jamás son de larga duración.

• Quien no encaja en el mundo, está siempre cerca de encontrarse a sí mismo.

• El más elevado de todos los dones y bendiciones del espíritu que Cristo concede a los suyos es: el de superarse a uno mismo y, por amor al Redentor, tolerar gustosamente el castigo y la injuria y el sufrimiento.

• Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles.

• No debería ser nuestro objetivo convertirnos en otra persona, sino reconocer a los demás, honrar a los demás por el simple hecho de ser como son.

• Cualquier cosa parece un poco más pequeña cuando se ha dicho en voz alta.