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Horace Mann

Horace Mann fue un escritor, político, filósofo y educador estadounidense. Se dedicó a la promoción de la modernización rápida, y sirvió en la Legislatura del Estado de Massachusetts (1827-1837).

Horace Mann nació el 4 de mayo de 1796 en Franklin, Massachusetts.

Recibió una educación breve e irregular de profesores comparativamente deficientes, pero logró formarse en la biblioteca municipal de Franklin. Fue admitido a los 20 años en la clase de segundo año de la Universidad de Brown. Realizó una brillante labor en Brown, mostrando un gran interés por los problemas de política, educación y reforma social.

De las muchas causas que defendió Mann, ninguna le era más querida que la educación popular. El Massachusetts del siglo XIX contaba con un sistema de escuelas públicas que se remontaba a 1647. Sin embargo, durante su vida, la calidad de la educación se había deteriorado a medida que el control escolar había ido pasando gradualmente a manos de distritos locales con mentalidad económica.

Considerado como el “Padre de las Escuelas Públicas” de los Estados Unidos. Secretario del Concejo de Educación de Massachusetts, promovió el uso del examen por considerarlo “imparcial, justo para los alumnos y más completo que otros mecanismos utilizados anteriormente”.

Horace Mann falleció en Yellow Springs, Ohio, el 2 de agosto de 1859.

Fuente: buscabiografias.com y britannica.com

Frases y citas de Horace Mann (54)

• El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío.

• Avergüénzate de morir antes de haber conseguido alguna victoria para la humanidad.

• Puede haber frugalidad que no sea economía. Una comunidad que priva a sus hijos de los medios de educación, les priva del pan de la vida y mata de hambre sus almas.

• La educación debe acercar la práctica lo más posible a la teoría. Como son ahora los niños, así serán pronto los soberanos.

• No hay obra buena que la mano del hombre haya emprendido, que su corazón haya concebido, que no requiera una buena educación para quien la ayuda.

• Nos guiamos por el voto mayoritario, y si la mayoría está loca, los cuerdos deben ir al hospital.

• Quienes dan ejemplo construyen un camino. Otros siguen el ejemplo, porque es más fácil transitar por un camino que por terrenos inexplorados.

• La ignorancia engendra monstruos para llenar los vacíos del alma que no están ocupados por las verdades del conocimiento.

• La informalidad en atender una cita es un claro acto de deshonestidad. Igual puedes robar el dinero de una persona si robas su tiempo.

• El genio puede concebir, pero la labor paciente debe consumar.

• La educación es un capital para el pobre y un interés para el rico.

• Cuando se introduce en nuestras escuelas un espíritu de emulación, se presenta el estímulo más agudo admisible para el intelecto juvenil.

• No busques la grandeza, busca la verdad y la encontrarás.

• Quien no puede resistir la tentación no es un hombre. Quien cede a la tentación se degrada con una degradación de la que jamás podrá levantarse.

• Esclaviza a un hombre y destruyes su ambición, su iniciativa, su capacidad. En la constitución de la naturaleza humana, el deseo de mejorar la propia condición es el motor del esfuerzo. El primer toque de esclavitud rompe este motor.

• La verdad científica es maravillosa, pero la verdad moral es divina y quien respira su aire y camina a su luz ha encontrado el paraíso perdido.

• El hábito es como un cable; nos vamos enredando en él cada día hasta que no nos podemos desatar.

• El tiempo es tan precioso como lo es el dinero.

• La educación es nuestra única seguridad política. Fuera de esta arca todo es diluvio.

• Del mismo modo que una manzana no es propiamente una manzana hasta que no está madura, un ser humano no es propiamente un ser humano hasta que no está educado.

• No hacer nada por los demás es la ruina de uno mismo. Debemos ser amables y generosos a propósito, o nos perderemos lo mejor de la existencia. El corazón que se desborda se ensancha y se llena de alegría. Este es el gran secreto de la vida interior. Nos hacemos el mayor bien al hacer algo por los demás.

• Ayer, entre el amanecer y el atardecer, se perdieron dos horas doradas, cada una con sesenta minutos de diamante. No se ofrece recompensa, pues se han perdido para siempre.

• Las acciones sobreviven a quienes las realizan.

• Una vez que un niño ha llegado a la edad legal para asistir a la escuela, ya sea hijo de un noble o de un campesino, las únicas dos causas absolutas de exención de asistencia son la enfermedad y la muerte.

• El único propósito del castigo es la prevención del mal; nunca impulsará a nadie al bien.

• Es bueno pensar rectamente. Es divino obrar así.

• Sólo la educación puede conducirnos a ese disfrute que es, a la vez, mejor en calidad e infinito en cantidad.

• Las escuelas son la línea republicana de fortificaciones.

• Una casa sin libros es como una habitación sin ventanas. Nadie tiene derecho a criar a sus hijos sin rodearlos de libros, si tiene los medios para comprarlos.

• Los maestros enseñan porque se preocupan. Enseñar a los jóvenes es lo que mejor saben hacer. Requiere muchas horas, paciencia y dedicación.

• No es necesario que digas toda la verdad, a menos que se la digas a quienes tienen derecho a saberla; pero que todo lo que digas sea verdad.

• Como cada generación llega al mundo desprovista de conocimiento, su primer deber es apoderarse de los recursos ya acumulados. Debe superar a sus predecesoras antes de poder superarlas.

• La educación, más que cualquier otro recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones del hombre, el volante de la maquinaria social.

• En nuestra patria y en nuestros tiempos no merece el honroso nombre de estadista el hombre que en todos sus planes de administración no incluye el de dar al pueblo la mejor educación posible.

• La educación es una necesidad orgánica del ser humano.

• Si un idiota te contara la misma historia todos los días durante un año, acabarías creyéndola.

• No nos contentemos con esperar y ver qué sucederá, sino dennos la determinación de hacer que sucedan las cosas correctas.

• El alma viviente del hombre, una vez consciente de su poder, no puede ser reprimida.

• Todo acontecimiento en este mundo es el efecto de alguna causa precedente, y también la causa de algún efecto posterior.

• Al intentar enseñarles mucho a los niños en poco tiempo, se les trata no como si la carrera que debían correr fuera por la vida, sino simplemente una carrera de tres millas.

• Un ser no está completo hasta que no se educa.

• Las cárceles y las prisiones son el complemento de las escuelas; cuantas menos haya de estas últimas, más habrá que tener de las primeras.

• ¿Cuándo cuidará la sociedad, como una madre, de todos sus hijos?

• El mayor servicio que podemos prestar a los demás es ayudarlos a ayudarse a sí mismos.

• Si alguna vez hubo una causa, si alguna vez puede haber una causa, digna de ser sostenida con todo el trabajo y sacrificio que el corazón humano pueda soportar, es la causa de la Educación.

• Quienes ejercen la primera influencia sobre la mente tienen el mayor poder.

• La Virtud es un ángel, pero es ciego y debe pedirle al Conocimiento que le muestre el camino que conduce a su meta.

• Sería mucho mejor para nuestros distinguidos antepasados alabarles con menos palabras y con más acciones nobles.

• Las repúblicas, una tras otra. . . han perecido por falta de inteligencia y virtud en las masas del pueblo. . . . .

• La educación ya dada a la gente crea la necesidad de darles más.

• No hay nada más costoso que la ignorancia.

• Los cuerpos se limpian con el agua; la mente se purifica con la verdad.

• Los mejores maestros enseñan desde el corazón, no desde el libro.

• Nosotros, que estamos comprometidos con la sagrada causa de la educación, tenemos derecho a considerar a todos los padres como si hubieran cedido sus derechos a nuestra causa.