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Más frases de Howard Phillips Lovecraft (123)

• Veremos aquello que hace que los perros aúllen en la oscuridad y aquello que hace que los gatos agucen las orejas después de medianoche.

• Muy pocas mentes son estrictamente normales, y todos los fanáticos religiosos están marcados por anormalidades de diversos tipos.

• Para una escritura correcta, es esencial cultivar la paciencia y la precisión mental. Durante su aprendizaje, el joven autor debe tener a mano diccionarios y libros de texto fiables, evitando en la medida de lo posible esa escritura apresurada e improvisada, privilegio de los estudiantes más avanzados.

• El respeto del hombre por los imponderables varía según su constitución mental y su entorno. Mediante ciertos modos de pensamiento y entrenamiento, puede elevarse enormemente, pero siempre hay un límite.

• Que la métrica en sí misma forma parte esencial de toda poesía verdadera es un principio que ni siquiera las afirmaciones de un Aristóteles o los pronunciamientos de un Platón pueden desmentir.

• Mi sistema nervioso es un desastre y estoy completamente aburrido y apático, salvo cuando me topo con algo que me interesa particularmente.

• Lo más misericordioso del mundo, creo, es la incapacidad de la mente humana para correlacionar todos sus contenidos... algún día, la unión de conocimientos disociado abrirá perspectivas tan aterradoras de la realidad, y de nuestra espantosa posición en ella, que o bien nos volveremos locos por la revelación o huiremos de la luz hacia la paz y la seguridad de una nueva Era Oscura.

• Fue de los artistas y poetas de quienes vinieron las respuestas pertinentes, y sé que el pánico se habría desatado si hubieran podido comparar notas.

• Azul, verde, gris, blanco o negro; liso, ondulado o montañoso; ese océano no está en silencio.

• Por mi experiencia, no puedo dudar de que el hombre, cuando pierde la conciencia terrestre, en realidad está peregrinando en otra vida incorpórea, de naturaleza muy diferente de la vida que conocemos, y de la que sólo quedan los recuerdos más leves y confusos después de despertar.

• No me hago ilusiones sobre el precario estado de mis cuentos y no espero convertirme en un competidor serio de mis autores extraños favoritos.

• Quién sabe dónde acabaré, ¡pero apuesto a que nunca estaré en la cima de nada! Ni me interesa especialmente estarlo.

• Algunos cuentos de Poe poseen una perfección casi absoluta de forma artística que los convierte en verdaderos faros en el ámbito del cuento.

• Nunca se puede producir nada tan terrible e impresionante como lo que se puede insinuar de manera pasmosa.

• Es bueno ser cínico, es mejor ser un gato contento, y es mejor no existir en absoluto.

• Soy, de hecho, un materialista absoluto en lo que respecta a la creencia real; sin la menor creencia en ninguna forma de sobrenaturalismo: religión, espiritualismo, trascendentalismo, metempsicosis o inmortalidad.

• El mundo es ciertamente cómico, pero la broma recae sobre la humanidad.

• Soy esencialmente un recluso que tiene muy poco que ver con la gente dondequiera que esté. Creo que la mayoría de la gente solo me pone nervioso; que solo por casualidad, y en cantidades extremadamente pequeñas, podría encontrarme con gente que no lo haría.

• Lo que un hombre hace por dinero es de poca importancia. Lo que él es, como instrumento sensible a la belleza del mundo, ¡lo es todo!

• Ningún curso formal de escritura de ficción puede igualar una lectura atenta de las historias de Edgar Allan Poe o Ambrose Bierce.

• El atractivo de lo espectralmente macabro es generalmente limitado porque exige del lector un cierto grado de imaginación y una capacidad de desapego de la vida cotidiana.

• Los niños, las viejas, los campesinos y los perros divagan; los gatos y los filósofos se mantienen firmes en su punto.

• Al relatar las circunstancias que me llevaron a este refugio para dementes, soy consciente de que mi situación actual generará una duda natural sobre la autenticidad de mi relato.

• Junte a un grupo de personas elegidas deliberadamente por sus fuertes sentimientos religiosos y tendrá una garantía práctica de oscuras morbilidades expresadas en crímenes, perversión y locura.

• Lanza un palo, y el perro servil jadea y resopla para traertelo. Haz lo mismo ante un gato, y te mirará con una diversión fría, educada y algo aburrida.

• No se debe ser demasiado cuidadoso al seleccionar adjetivos para descripciones. Es esencial contar con palabras o compuestos que describan con precisión y transmitan las sugerencias correctas al lector.

• Nunca se debe dejar pasar sin aclarar una palabra desconocida, ya que, con un poco de investigación concienzuda, podemos cada día aumentar nuestras conquistas en el campo de la filología y estar cada vez más preparados para una expresión elegante e independiente.

• El hombre o la nación de alta cultura puede reconocer en gran medida las restricciones impuestas por las convenciones y el honor, pero más allá de cierto punto, la voluntad o el deseo primitivos no pueden ser controlados.

• Por la noche, cuando el mundo objetivo se ha refugiado en su caverna y ha dejado a los soñadores a su suerte, surgen inspiraciones y capacidades imposibles en cualquier hora menos mágica y tranquila. Nadie sabe si es escritor a menos que haya intentado escribir de noche.

• Cualquier artista de portadas de revista puede salpicar pintura a mansalva y llamarlo una pesadilla, un aquelarre o un retrato del diablo; pero solo un gran pintor puede lograr que algo así sea realmente aterrador o parezca real. Eso se debe a que solo un verdadero artista conoce la anatomía de lo terrible o la fisiología del miedo.

• La imaginación es algo muy potente y, en las personas sin educación, a menudo usurpa el lugar de la experiencia genuina.

• En teoría soy agnóstico, pero a la espera de que aparezcan pruebas racionales, debo clasificarme, práctica y provisionalmente, como ateo.

• No me siento muy orgulloso de ser humano; de hecho, siento una clara aversión por la especie en muchos sentidos. Puedo concebir fácilmente seres muy superiores en todos los aspectos.

• Estoy casi decidido a no escribir más cuentos, sino simplemente a soñar cuando me apetezca, sin detenerme a hacer nada tan vulgar como dejar el sueño en manos de un público grosero.

• No estaría mal que el novato escribiera primero el último párrafo de su historia, una vez que haya preparado cuidadosamente una sinopsis de la trama, como siempre debe hacerse.

• Es fácil apartar la mente de la ilusión perdida de la inmortalidad. El intelecto disciplinado no teme a nada ni anhela dulces al final del día, sino que se contenta con aceptar la vida y servir a la sociedad lo mejor que puede.

• Contrariamente a lo que se pueda suponer, no soy pesimista sino indiferente; es decir, no cometo el error de pensar que al... cosmos... le importan un comino las necesidades especiales y el bienestar último de los mosquitos, ratas, piojos, perros, hombres, caballos, pterodáctilos, árboles, hongos, dodos u otras formas de energía biológica.

• El mar puede conectarnos con sus múltiples estados de ánimo, susurrándonos con la sutil señal de una sombra o un destello sobre las olas, insinuando así su tristeza o alegría. Siempre recuerda cosas del pasado, y estos recuerdos, aunque no los comprendamos, nos son transmitidos, de modo que compartimos su alegría o su remordimiento.

• Estoy lo suficientemente desilusionado como para saber que la opinión de ningún hombre sobre ningún tema vale nada a menos que esté respaldada con suficiente información genuina para que realmente sepa de qué está hablando.

• He llegado a la conclusión de que la literatura no es una ocupación apropiada para un caballero y que la escritura nunca debe considerarse sino como un logro elegante al que debe dedicarse con poca frecuencia y discernimiento.

• Si pudiera crear un mundo ideal, sería una Inglaterra con el fuego de los isabelinos, el gusto correcto de los georgianos y el refinamiento y los ideales puros de los victorianos.

• Los primeros intentos ingleses de rimar probablemente incluyeron palabras cuya concordancia es tan leve que merece el nombre de mera “asonancia” en lugar del de rima real.

• El cristianismo ortodoxo, al manipular las emociones del hombre, logra maravillas para mantenerlo en orden y aliviar su mente. Puede atemorizarlo o persuadirlo para que se aleje del mal con mayor eficacia que la razón.

• El terror cósmico aparece como un ingrediente del folclore más antiguo de todas las razas y se cristaliza en las baladas, crónicas y escritos sagrados más arcaicos.

• No espero nada del hombre y reniego de la raza. La única locura es esperar lo que nunca se alcanza; el hombre es sumamente despreciable comparado con sus propias pretensiones. Es mejor reírse del hombre desde fuera del universo que llorar por él desde dentro.

• Nunca estaré muy alegre ni muy triste, porque soy más propenso a analizar que a sentir.

• Las tramas pueden ser simples o complejas, pero el suspenso y el progreso culminante de un incidente a otro son esenciales. Cada incidente en una obra de ficción debe tener alguna relación con el clímax o desenlace, y cualquier desenlace que no sea el resultado inevitable de los incidentes anteriores es torpe y poco literario.

• La razón por la que el tiempo juega un papel tan importante en muchos de mis cuentos es que este elemento aparece en mi mente como la cosa más profundamente dramática y terrible del universo.

• Al escribir una historia extraña, siempre trato de lograr con mucho cuidado el estado de ánimo y la atmósfera adecuados y colocar el énfasis donde corresponde.

• Debemos percibir que el período de existencia histórica del hombre, un período tan corto que su constitución física no ha sido alterada en el más mínimo grado, es insuficiente para permitir cualquier cambio mental considerable.

• Incluso cuando se supone que los personajes están acostumbrados a la maravilla, intento crear un aire de asombro e impresionabilidad acorde con lo que el lector debería sentir. Un estilo informal arruina cualquier fantasía seria.

• Para mí, el placer es la maravilla: lo inexplorado, lo inesperado, lo oculto y lo inmutable que se esconde tras la mutabilidad superficial.

• Estoy tan harto de la humanidad y del mundo que nada puede interesarme a menos que contenga un par de asesinatos en cada página o trate los horrores innombrables e inexplicables que acechan desde los universos externos.

• No es un cumplido ser el amo estúpidamente idolatrado de un perro cuyo instinto es idolatrar, pero es un tributo muy especial ser elegido amigo y confidente de un gato filosófico que es completamente su propio amo y que fácilmente podría elegir otro compañero si lo encontrara más agradable e interesante.

• No podría escribir sobre la “gente común” porque no me interesa en lo más mínimo.

• Un efecto superlativamente importante de la lectura amplia es la ampliación del vocabulario que siempre la acompaña.

• El final de una historia debe ser más fuerte y no más débil que el principio, ya que es el final el que contiene el desenlace o culminación y el que dejará la impresión más fuerte en el lector.

• Todo racionalismo tiende a minimizar el valor y la importancia de la vida y a disminuir la suma total de la felicidad humana.

• No podría vivir una semana sin una biblioteca privada; de hecho, me desharía de todos mis muebles y dormiría en cuclillas en el suelo antes que desprenderme de los aproximadamente 1500 libros que poseo.

• Una persona aislada necesita la correspondencia como medio para ver sus ideas como las ven los demás, y así protegerse de los dogmatismos y las extravagancias de la especulación solitaria e incorregida. Nadie puede aprender a razonar y evaluar con la mera lectura de los escritos de otros. Si no vive en el mundo, donde puede observar al público de primera mano y ser guiado hacia la realidad sólida por la fuerza de la conversación y el debate hablado, entonces debe agudizar su discernimiento y regular su equilibrio perceptivo mediante un intercambio equivalente de ideas en forma epistolar.