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Ian Fleming

Ian Lancaster Fleming fue un escritor, periodista y oficial de inteligencia británico.

Ian Fleming nació el 28 de mayo de 1908 en Londres (Gran Bretaña).

Hijo de un militar, el mayor Valentine Fleming, en una ocasión miembro del Parlamento inglés por el Partido Conservador y que murió durante la Batalla del Somme en 1916.

    Cursó estudios en Eton y Sandhurst. Pasado algún tiempo, viajó a Múnich y Ginebra con el fin de aprender idiomas.

Cuando la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin, fue redactor jefe del área de política internacional de The Sunday Times, hasta que se trasladó a Jamaica.

Alcanzó su fama por el personaje de James Bond, el agente 007 del servicio secreto británico que protagoniza doce novelas de aventuras.

El agente Bond ha aparecido en numerosas películas de gran éxito. Sólo en los Estados Unidos, hasta el momento de la muerte del escritor, se vendieron más de catorce millones de ejemplares.

Ian Fleming falleció de un ataque al corazón que le sobrevino en el campo de golf de Royal St. George's Sandwich en Kent (Reino Unido) el 12 de agosto de 1964.

Fuente: buscabiografias.com

Frases y citas de Ian Fleming (60)

• Una vez es coincidencia, dos es casualidad y tres es la acción del enemigo.

• Los hombres quieren una mujer a la que se pueda encender y apagar como un interruptor de luz.

• Era un agente secreto y todavía estaba vivo gracias a la minuciosa atención de su profesión a los detalles.

• Solo hay una receta para un éxito de ventas, y es muy sencilla: hay que conseguir que el lector pase la página.

• El amor a la vida nace de la conciencia de la muerte, del miedo a ella.

• La suerte, en todas sus facetas, debía ser amada, no temida. Bond la veía como una mujer, a la que se podía cortejar con dulzura o abusar brutalmente, jamás consentida ni perseguida.

• Un caballo es peligroso en ambos extremos e incómodo en el medio.

• El olor, el humo y el sudor de un casino son nauseabundos a las tres de la mañana.

• Sigue tu destino y siéntete satisfecho con él y alégrate de no ser un vendedor de coches de segunda mano, ni un periodista de prensa amarilla ebrio en ginebra y nicotina, ni un lisiado... ni un muerto.

• Por desgracia, casi todas las formas de ganar mucho dinero precisan un largo tiempo. Cuando se ha ganado el dinero, ya se es demasiado viejo para disfrutarlo.

• No desperdiciaré mis días intentando prolongarlos.

• Pero ¿Qué podría hacer provechoso aquí, sin ninguna espía hermosa a la que hacer el amor?

• La preocupación es un dividendo que se paga al desastre antes de que se produzca.

• Una mujer puede soportar casi cualquier cosa; cualquier cosa menos la indiferencia.

• La gente me asocia con James Bond simplemente porque me gustan los huevos revueltos y las camisetas de manga corta y algunas de las cosas que hace James Bond, pero ciertamente no tengo sus agallas ni sus apetitos muy vivaces.

• Tras 50 años de emancipación, las cualidades femeninas se extinguían o se transferían a los hombres. Había maricas de ambos sexos por doquier, aún no del todo homosexuales, pero confundidas al no saber qué eran. El resultado fue una multitud de inadaptados sexuales infelices: las mujeres querían dominar y los hombres que los mimaran.

• Fumar me parece el más ridículo de todos los comportamientos humanos y prácticamente el único que va totalmente contra natura. ¿Te imaginas a una vaca o a cualquier animal tomando un bocado de paja humeante, inhalando el humo y exhalándolo por la nariz?

• Una de las biblias de mi juventud era 'Aves de las Indias Occidentales', de James Bond, un conocido ornitólogo, y cuando buscaba un nombre para mi protagonista, pensé: 'Dios mío, es el nombre más aburrido que he oído', así que me lo apropié. Ahora, el nombre más aburrido del mundo se ha convertido en uno emocionante.

• Todos los grandes hombres son maníacos. Están poseídos por una manía que los hace avanzar hacia una meta. Los grandes científicos, los filósofos, los líderes religiosos, todos son maníacos. ¿Qué otra cosa sino la ciega individualidad de un propósito podría dar sentido a su genio y mantenerlos en el camino de su empeño?

• Sólo se vive dos veces; una cuando naces y otra cuando te enfrentas a la muerte, cara a cara.

• Soy un poeta en los hechos, no a menudo en las palabras.

• Nunca digas “no” a las aventuras.

• Hoy luchamos contra el comunismo. De acuerdo. Si hubiera vivido hace cincuenta años, el conservadurismo actual casi se habría llamado comunismo, y nos deberían haber dicho que lucháramos contra él. La historia avanza muy rápido hoy en día y los héroes y villanos cambian constantemente.

• No podía simplemente llevar un reloj. Tenía que ser un Rolex.

• Bond no defendió la práctica. Simplemente sostuvo que cuanto más esfuerzo e ingenio se dedicaba al juego, más se ganaba.

• Bond reflexionó que los buenos estadounidenses eran buenas personas y que la mayoría de ellos parecían provenir de Texas.

• No considero a James Bond precisamente un héroe, pero al menos sigue adelante y cumple con su deber, de una manera extremadamente cursi.

• Nos quieren muertos, por eso hay que permanecer con vida.

• Rodéate de seres humanos, querido James. Es más fácil luchar por ellos que por los principios. -Se echó a reír.- Pero no me defraudes y te vuelvas humano. Perderíamos una máquina fantástica.

• Va a ser un asesinato sin más, a sangre fría. En mi tierra, se deja que los perros dormidos se queden echados, pero si se levantan y muerden, se les pega un tiro. No se les ofrece un duelo. ¿De acuerdo?

• La ganancia del ganador es siempre menor que la pérdida del perdedor.

• Si interrumpes la escritura de narrativa rápida con demasiada introspección y autocrítica, tendrás suerte si escribes 500 palabras al día y, además, te disgustarán. Siguiendo mi fórmula, escribes 2000 palabras al día y no te disgustarán hasta que termines el libro, lo que ocurrirá en unas seis semanas.

• Mis manos mentales estaban vacías y sentí que debía hacer algo como contrairritante o anticuerpo a mi alarma histérica por casarme a la edad de 43 años.

• Un Martini seco con vodka de intensidad media, con una rodaja de cáscara de limón. Agitado, sin remover.

• Estaba a punto de casarme y me desesperaba la perspectiva de este gran paso en mi vida después de haber estado soltero durante tanto tiempo. Quería despejar mi mente de la agonía, así que decidí sentarme a escribir un libro.

• Bond siempre desconfió de los hombres bajos. Crecieron desde niños con un complejo de inferioridad. Toda su vida se esforzaron por ser grandes, más grandes que quienes los habían molestado de niños. Napoleón había sido bajo, y Hitler también. Fueron los hombres bajos los que causaron todos los problemas del mundo.

• Si uno fracasa en las cosas importantes, es porque no tiene grandes ambiciones. La concentración, el interés; eso es lo que importa. Las aptitudes aparecen, las herramientas se forjan por sí solas.

• Las personas son como islas -dijo-. En realidad nunca se tocan. Por muy próximas que estén, en el fondo se encuentran muy separadas. Incluso los que llevan casados cincuenta años.

• Pero soy voraz con la vida. Hago demasiado de todo durante todo el tiempo. De repente, un día me fallará el corazón. El Cangrejo de Hierro me llevará como se llevó a mi padre. Pero yo no le tengo miedo al cangrejo. Al menos habré muerto de una enfermedad honorable. Tal vez, en mi lápida, inscriban: “Este hombre murió a fuerza de vivir demasiado”.

• La soledad se convierte en un amante, la soledad en un pecado querido.

• No me interesa Shakespeare. No tengo ambición.

• La mayoría de los matrimonios no suman a dos personas. Se restan una a la otra.

• ...Goldfinger no podía saber que la alta tensión era la forma natural de vida de Bond y que la presión y el peligro lo relajaban.

• Cuando las probabilidades son desesperanzadoras, cuando todo parece estar perdido, entonces es el momento de mantener la calma , de hacer una demostración de autoridad, o al menos de indiferencia.

• Cuando las probabilidades no estén a favor, haz que lo estén.

• Notó la mirada de la chica pegada a él. Recobró la sangre fría. El agente secreto tomaba las riendas y su mente empezaba a trabajar con frialdad, buscando pistas, mentiras, dudas.

• El éxito siempre tiene como compañero inseparable al fracaso.

• Siempre tengo por regla no mirar atrás. Si no, me preguntaría cómo pude escribir esas tonterías y vivir conmigo mismo, día tras día.

• La elección del reloj de un caballero dice tanto sobre él como su traje de Saville Row.

• Antes de los cuarenta, las chicas no cuestan nada. Después, hay que pagar o contar una historia. De las dos, la historia es la que más duele. En fin, todavía no tengo cuarenta.

• En el juego, el pecado mortal es confundir el mal juego con mala suerte.

• Estas mujeres ingenuas que creían poder hacer el trabajo de un hombre... ¿Por qué demonios no podían quedarse en casa, ocuparse de sus cosas, ceñirse a sus vestidos, cotillear y dejarles el trabajo de los hombres a los hombres?

• Las mujeres mayores son las mejores porque siempre piensan que lo van a hacer por última vez.

• Soy una especie de policía. Me envían desde Londres siempre que sucede algo raro en alguna parte del mundo que no es asunto de nadie.

• La esperanza es un buen desayuno. Cómela en abundancia.

• Todo el mundo tiene el revólver de la resignación en el bolsillo.

• Ofrece una visión. A menudo recuerda a los países sus responsabilidades de una manera que las presenta no solo como una obligación legal, sino como una responsabilidad moral.

• Los ingleses son tan peculiares. Son como un nido de cajas chinas. Se tarda muchísimo en llegar al centro. Cuando uno lo consigue, el resultado no es gratificante, pero el proceso es instructivo y entretenido.

• Nunca trabajes al revés. Lo que pudo haber sido fue una pérdida de tiempo.

• Escribiendo unas 2000 palabras en tres horas cada mañana, “Casino Royale” se autoproducía con constancia. No escribí nada ni hice correcciones hasta terminar el libro. Si hubiera repasado lo que había escrito el día anterior, me habría desesperado.