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María Zambrano

María Zambrano fue una filósofa y escritora española nacida el 22 de abril de 1904 en Vélez-Málaga (Málaga).

    Discípula de Ortega y Gasset, está considerada como una de las pensadoras españolas más importantes del siglo XX.

    Hija del filósofo Blas José Zambrano, su familia se trasladó a Segovia siendo ella niña. Se doctora en Filosofía y Letras.

Tras la guerra llegó el exilio, que durará hasta 1984. En ese tiempo vivió en Estados Unidos, México, Puerto Rico, Cuba y Suiza, donde fijó finalmente su residencia.

Con el fin de la dictadura comienzan los reconocimientos: el Príncipe de Asturias en 1981 y el Premio Cervantes en 1988.

    María falleció en Madrid el 6 de febrero de 1991.

Fuente: españaescultura.es

Frases y citas de María Zambrano (53)

• Amar es verse como otro ser nos ve.

• Sólo lo que no se ha podido dejar de querer, ni aun queriendo, nos pertenece.

• La filosofía es una preparación para la muerte, y el filósofo el hombre que está maduro para ella.

• Un filósofo es el hombre en quien la intimidad se eleva a categoría racional; sus conflictos sentimentales, su encuentro con el mundo, se resuelve y se transforma en una teoría.

• La poesía busca realizar la inocencia, transformarla en vida y conciencia: en palabra y eternidad.

• Convivir es compartir el pan y la esperanza.

• El hombre es un ser escondido en sí mismo.

• A vosotros, los muertos, os dejarán sin tiempo; a nosotros, los supervivientes, nos dejarán sin lugar.

• Sólo en soledad se siente la sed de la verdad.

• Las grandes verdades no suelen decirse hablando.

• En la historia, la muerte se ha llamado decadencia y su proceso ha sido seguido sólo desde el punto de vista de la desintegración, de la caída del protagonista, en un sentido lineal de una sola dimensión, como si fuese un simple debilitamiento, una pérdida de poder y nada más.

• El filósofo no se contenta con gustar de la vida, sino que quiere penetrar en ella, reduciéndola, haciéndola consciente, transparente a su razón.

• La melancolía es una manera, por tanto, de tener; es la manera de tener no teniendo, de poseer las cosas por el palpitar del tiempo, por su envoltura temporal. Algo así como una posesión de su esencia, puesto que tenemos de ellas lo que nos falta, o sea lo que ellas son estrictamente.

• ¿Es de extrañar que el amor haya preferido casi siempre el derrotero poético al filosófico?

• La biografía de un filósofo es su sistema.

• El agua. Bueno, el agua yo creo que ha estado siempre en todas partes, ha estado en mis sueños, pero en Segovia la descubrí en la Fuencisla, gota a gota.

• Escribir es defender la soledad en la que vivo.

• La actitud de preguntar supone la aparición de la conciencia; de la conciencia, ese desgajamiento del alma.

• La primera realidad que al hombre se le oculta es él mismo.

• Las utopías nacen solamente dentro de aquellas culturas donde se encuentra claramente diseñada una edad feliz que desapareció.

• La vida jamás podrá conocerse en su totalidad, porque no es copia de ninguna estructura inteligible; es única, oscura e irracional en sus raíces.

• Filósofo es el que ya no se queja.

• La filosofía moderna no ha pretendido reformar la vida. Por el contrario, quiso trasformar, la verdad.

• Yo siempre he tenido una edad indefinida. A veces me he sentido muy joven, a veces infinitamente... no, nada infinito conviene a la vida humana.

• No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero.

• Salimos del presente para caer en el futuro desconocido, pero, sin olvidar el pasado, nuestra alma está cruzada por sedimentos de siglos.

• Filosófico es el preguntar, y poético el hallazgo.

• Prefiero una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila.

• El pensamiento, cuanto más puro, tiene su número, su medida, su música.

• La luz del pensamiento filosófico no es la luz viviente del sol, sino la claridad, principio de la vida según Platón, el teólogo de esta luz.

• Mientras religión y ética pueden dirigirse al individuo aislado y podrían existir en un solo hombre sobre el mundo, la política necesita para su posibilidad la existencia de la sociedad.

• ¡Ay, cómo decir lo que mi padre me enseñó! Una calidez, una justeza, una armonía, una belleza, una cierta rigidez, como puede ser la de un árbol que tiene hundidas sus raíces en la tierra y la copa muy alta que llega al cielo.

• El corazón es centro, porque es lo único de nuestro ser que da sonido.

• Decir la verdad es imposible; o es nefanda o es inefable.

• El que obtiene la unidad, lo obtiene todo.

• Todo extremismo destruye lo que afirma.

• Yo nunca me he quedado sin patria. Mi patria es el idioma.

• La luz ligera que envuelve las imágenes de los dioses ha prefigurado la luz impasible de la inteligencia.

• Voy a intentar seguir buscando la palabra perdida, la palabra única, secreto del amor divino-humano. La palabra tal vez señalada por aquellas otras palabras privilegiadas, escasamente audibles, casi como murmullo de paloma: Diréis que me he perdido.

• Si se hubiera de definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no sólo es permitido, sino exigido, el ser persona.

• Hay que dormirse arriba en la luz. Hay que estar despierto abajo en la oscuridad. Arriba en la luz, el corazón se abandona, se entrega. Se recoge.Pues se ha llegado allí, a esa luz, sin forzar ninguna puerta y aún sin abrirla, sin haber atravesado dinteles de luz y de sombra, sin esfuerzo y sin protección.

• La cultura es el despertar del hombre.

• La paz es mucho más que una toma de postura... es una autentica revolución, un modo de vivir, un modo de habitar el planeta, un modo de ser persona.

• Se trata no solamente de que no haya guerra, ésa que sería ciertamente la última de toda la historia, sino que se trata de establecer la vida en vista de la paz.

• La mujer camina en su evolución, adquiere personalidad día por día, anda y se esfuerza, aborda de frente los problemas, da la cara a la vida.

• Al elegir, me voy eligiendo.

• El arte parece ser el empeño por descifrar o perseguir la huella dejada por una forma perdida de existencia.

• La palabra de la poesía temblará siempre sobre el silencio y sólo la órbita de un ritmo podrá sostenerla.

• Nadie enseña a nadie filosofía. El sistema es lo único que ofrece seguridad al angustiado, castillo de razones, muralla cerrada de pensamientos invulnerables frente al vacío.

• Fui lo que nunca pude dejar de ser.

• Todo poeta es mártir de la poesía, le entrega su vida, toda su vida, sin reservarse ningún ser, para sí, y asiste cada vez con mayor lucidez a esta entrega.

• Se hace política siempre que se piensa en dirigir la vida.

• El hombre es el ser que padece su propia trascendencia.