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Confucio

Confucio ha sido uno de los filósofos más influyentes de la historia.

Nació en el año 551 a. C. en el estado de Lu, actual provincia de Shandong en China. Cuando tenía tres años, su padre murió y el seno familiar quedó pobre. Fue educado en escuelas para plebeyos donde aprendió las Seis Artes. Estas consistían en estudiar ritos, música, arquería, conducción, caligrafía y matemáticas. Era un tipo de formación que buscaba formar a un hombre completo.

Durante su juventud trabajó en la administración del estado de Lu y acabó ascendiendo hasta el equivalente de ministro de justicia de la región. Sus reformas buscaban erradicar el crimen y su administración se caracterizó por la imparcialidad. Confucio quería crear un gobierno centralizado. Esto le llevó a colaborar con diferentes líderes de la época para que derrocasen a las familias Ji, Meng y Shu. No obstante, esto no pudo lograrse y en el año 497 a. C. fue condenado al exilio.

Viajó y se dedicó a enseñar e instruir a discípulos. La tolerancia, la bondad, la benevolencia, el amor al prójimo y el respeto a los mayores y antepasados eran las máximas de su forma de pensar. Sus ideas acabaron teniendo una gran influencia en la filosofía y en la posterior historia de China, pues muchos emperadores y gobernantes se inspiraron en su obra. El confucianismo inspiró así mismo a otras corrientes de pensamientos como el taoísmo.

En el año 484 a.C., después de que su búsqueda de un gobernante ideal se revelara por completo infructuosa, volvió por última vez a Lu. Allí falleció el año 479 a. C. y fue enterrado en una tumba en Qufu, Shandong.
  Confucio no dejó escritos los principios de su filosofía; éstos fueron transmitidos sólo a través de sus discípulos. El Lunyu (Analectas) es considerada la fuente de información más fidedigna sobre su vida y enseñanzas.

Fuente: buscabiografias.com y okdiario.com

Frases y citas de Confucio (134)

• Estudiar sin pensar es tan inútil como pensar sin estudiar.

• El hombre de perfecta bondad posee cierto valor, pero el valiente no es necesariamente bueno.

• Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.

• El que por la mañana ha conseguido conocer la verdad, ya puede dormir por la tarde.

• Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo.

• Aprende a vivir y sabrás morir bien.

• Sólo puede ser feliz siempre el que sepa ser feliz con todo.

• La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.

• Aprender sin reflexionar es malgastar la energía.

• Antes de empezar un viaje de venganza cava dos tumbas.

• No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa.

• El leer sin pensar nos hace una mente desordenada. El pensar sin leer nos hace desequilibrados.

• El mayor error es sucumbir al abatimiento; todos los demás errores pueden repararse, éste no.

• Hoy no interesa progresar, sino tener éxito. No espero encontrar al hombre perfecto. Me contentaría con hallar a un hombre de principios. Pero es difícil tener principios en estos tiempos en que la nada pretende ser algo y lo vacío pretende estar lleno.

• Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí.

• El hombre que ha cometido un error y no lo corrige, comete otro error mayor.

• Es más fácil superar las malas costumbres hoy que mañana.

• No contestes a una palabra airada replicando con otra de igual tenor. Es la segunda, la tuya, la que seguramente os llevará a la riña.

• La virtud no nació para vivir sola. Quien la practica termina rodeado de vecinos.

• Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz.

• Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil.

• No hay cosa más fría que un consejo cuya aplicación sea imposible.

• No estoy preocupado por el hecho de que no se me entienda. Me molesta cuando no entiendo a los demás.

• Si camino con dos hombres, cada uno de ellos será mi maestro. Elegiré los buenos puntos de uno y los imitaré, y los malos del otro y los corregiré en mi mismo.

• La seriedad es sólo la corteza del árbol de la sabiduría; sin embargo, sirve para preservarla.

• Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles.

• Observa sus defectos y conocerás sus virtudes.

• El hombre sabio busca lo que desea en su interior; el no sabio, lo busca en los demás.

• El que no sabe lo que es la vida, ¿cómo sabrá lo que es la muerte?

• Cuando veas un hombre bueno, piensa en imitarlo; cuando veas uno malo, examina tu propio corazón.

• Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.

• Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón.

• La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.

• Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.

• Por tres métodos podemos adquirir la sabiduría: primero por la reflexión, la más noble; segundo, por la imaginación, la más sencilla; y tercero por la experiencia, la más amarga.

• La naturaleza humana es buena y la maldad es esencialmente antinatural.

• La virtud debe ser común al labrador y al monarca.

• La gema no puede ser pulida sin fricción, ni el hombre perfeccionado sin pruebas.

• Es más vergonzoso desconfiar de nuestros amigos que ser engañado por ellos.

• Aquel que realmente ha establecido su mente en la virtud no cometerá ningún acto perverso.

• Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad.

• Yo no procuro conocer las preguntas; procuro conocer las respuestas.

• Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.

• El verdadero caballero es el que solo predica lo que practica.

• Si un pájaro te dice que estás loco, debes estarlo, los pájaros no hablan.

• El valor de tu casa es el precio que tu vecino quiere pagar por ella.

• El arquero es un modelo para el sabio. Cuando le ha fallado al blanco, busca la causa en sí mismo.

• El silencio es un amigo que jamás traiciona.

• Los jóvenes y los criados son los más difíciles de manejar. Si los tratáis con familiaridad, se tornan irrespetuosos; si los ponéis a distancia, se resienten.

• Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente.

• Cinco son las condiciones necesarias para el bienestar del pueblo: seriedad, honestidad, generosidad, sinceridad y delicadeza.

• El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que profesa.

• El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud.

• Vayas a donde vayas, ve con todo tu corazón.

• No importa cuán ocupado estés, debes sacar tiempo para leer o rendirte ante la ignorancia.

• El tiempo fluye como el agua en el río.

• Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso.

• Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás.

• ¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.

• Si sirves a la Naturaleza, ella te servirá a ti.