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Más frases de Antonio Machado (103)

• ¿Tu verdad? no, la verdad y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela.

• El hombre es por natura la bestia paradójica, un animal absurdo que necesita lógica.

• Nadie debe asustarse de lo que piensa, aunque su pensar aparezca en pugna con las leyes más elementales de la lógica.

• Uno de los remedios más eficaces para que las cosas no cambien nunca por dentro es renovarlas constantemente por fuera.

• Españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón.

• Mi alma no está dormida. Está despierta, completamente despierta. No duerme ni sueña, sino que observa, con los ojos muy abiertos, cosas lejanas, y escucha a orillas del gran silencio.

• Nadie puede arrojar luz sobre los vicios que no tiene o las aflicciones que ha experimentado.

• Mi filosofía es fundamentalmente triste, pero no soy un hombre triste, y no creo que entristezca a nadie más.

• Hay que llegar al final desnudo como los hijos de la mar.

• Enseña el Cristo: a tu prójimo amarás como a ti mismo, pero no olvides nunca que es otro.

• Cuatro principios a tener en cuenta: Lo contrario es también frecuente. No basta mover para renovar. No basta renovar para mejorar. No hay nada que sea absolutamente empeorable.

• Descubrí el secreto del mar meditando sobre una gota de rocío.

• Ayudadme a comprender lo que os digo y os lo explicaré mejor.

• Sin el tiempo, esa invención de Satanás, el mundo perdería la angustia de la espera y el consuelo de la esperanza.

• Ni vale nada el fruto cogido sin sazón... Ni aunque te elogie un bruto ha de tener razón.

• Nadie sabe ya lo que se sabe, aunque sepamos todos que lo que de todo hay quien sepa.

• De lo que llaman los hombres virtud, justicia y bondad, una mitad es envidia, y la otra no es caridad.

• Yo he visto garras fieras en las pulidas manos; conozco grajos mélicos y líricos marranos... El más truhán se lleva la mano al corazón, y el bruto más espeso se carga de razón.

• Pensé que mi fuego estaba apagado, y revolví las cenizas... Me quemé los dedos.

• Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía que dio a cascar al diente de la sabiduría.

• El manuscrito inédito es como un pecado no confeso que se infecta en el alma, corrompiéndolo y contaminándolo.

• No intentes apresurar las cosas: para que la copa se acabe, primero debe llenarse.

• Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.

• Algunos desesperados sólo se curan con una soga; otros, con siete palabras: la fe se ha puesto de moda.

• Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.

• ¿Dijiste media verdad? Dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad.

• ¿Dices que nada se crea? Alfarero, a tus cacharros. Haz tu copa y no te importe si no puede hacer barro.

• La mano del piadoso nos quita siempre honor; mas nunca ofende al darnos su mano el lidiador.

• En el análisis psicológico de las grandes traiciones encontraréis siempre la mentecatez de Judas Iscariote.

• Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar,pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar.

• Lo que el poeta está buscando no es el yo fundamental, sino el yo profundo.

• Todos nuestros esfuerzos deben tender hacia la luz.

• La pasión del hombre por la verdad es tal que dará la bienvenida al más amargo de todos los postulados siempre que le parezca cierto.

• Que dos y dos sean necesariamente cuatro, es una opinión que muchos compartimos. Pero si alguien sinceramente piensa otra cosa, que lo diga. Aquí no nos asombramos de nada.

• Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas.

• Todo lo que se ignora, se desprecia.

• En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa.

• Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.

• No te fies de las palabras: En esta vida encontrarás a muchas personas que viven mal y hablan bien.

• Puestos a elegir entre la verdad y el placer de buscarla, eligiríamos lo segundo.

• Luz del alma, luz divina, faro, antorcha, estrella, sol... Un hombre a tientas camina; lleva a la espalda un farol.

• El bueno es el que guarda, cual venta del camino, para el sediento el agua, para el borracho el vino.

• La primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido.

• Si cada español hablase de lo que entiende, y de nada más, habría un gran silencio que podríamos aprovechar para el estudio.

• El infierno es la mansión espeluznante del tiempo, en cuyo círculo más profundo Satanás mismo espera, enrollando un reloj gigantesco en su mano.

• Los grandes filósofos son poetas que creen en la realidad de sus poemas.

• Hoy es siempre todavía.

• Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien.

• En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela.

• Nuestras horas son minutos cuando esperamos saber, y siglos cuando sabemos lo que se puede aprender.

• Los ojos porque suspiras, sabelo bien, los ojos en que te miras son ojos porque te ven.

• La alegría consiste en tener salud y la mollera vacía.

• Los que están siempre de vuelta de todo son los que nunca han ido a ninguna parte.

• Cuando nos vimos por primera vez, no hicimos sino recordarnos. Aunque te parezca absurdo, yo he llorado cuando tuve conciencia de mi amor hacia ti, por no haberte querido toda la vida.

• Entre vivir y soñar hay una tercera cosa. Adivínalo.

• También es el filósofo, digámoslo de pasada, el hombre que no quisiera dar nunca en el blanco sobre el cual dispara y para ello lo pone más allá del alcance de toda escopeta.

• En la rueda más pequeña de nuestro razonamiento es posible que un puñado de preguntas rompa el banco de nuestras respuestas.

• Dondequiera que el aprendizaje genere especialistas, la suma de la cultura humana se ve reforzada por eso. Esa es la ilusión y el consuelo de los especialistas.