Frases célebres

Buscar frases por:

Autores

Temas

Proverbios

Más frases de Arturo Pérez-Reverte (112)

• Cada vez tienen más sitio los idiotas.

• La vida es un naufragio, y cada uno echa a nadar como puede.

• Un pueblo honrado no necesita que el gobierno lo divierta, sino que lo deje divertirse.

• Todo se lo lleva el tiempo, y la felicidad eterna sólo existe en la imaginación de los poetas y en los escenarios de los corrales de comedias.

• ¿Contradictorio? Esto es España, querido amigo. Sólo es una faceta más del poliédrico disparate.

• Respecto a los perros: nadie que no haya convivido con uno de ellos conocerá nunca, a fondo, hasta donde llegan las palabras generosidad, compañía y lealtad.

• Tan peligroso puede ser un estúpido ilustrado como un cateto a quien la inteligencia no le sirve para dejar de serlo.

• Hay veces que uno llega a avergonzarse de ser hombre.

• Los libros son puertas que te llevan a la calle. Con ellos aprendes, te educas, viajas, sueñas, imaginas, vives otras vidas y multiplicas la tuya por mil.

• El poder siempre intenta domesticar lo que no puede controlar.

• A cada instante se pone a cero el contador, y el ser humano tiene un don maravilloso: la oportunidad de empezar, e intentarlo de nuevo.

• En la guerra, las buenas maneras se dejan para las novelas.

• Los perros de mi casta, ya desde cachorros, tenemos ojos de viejo, alma llena de costurones y mirada resignada, hecha de siglos de sangre y fatalidad.

• El oportunismo político ya se da en la Constitución de Cádiz. Es desolador ver cómo el español repite los errores, cómo se carga lo que se le ponga delante.

• Nadie puede pedir perdón por la historia. Ésta es la que es y somos hijos de ella.

• En materia sentimental, no hay que ofrecer nunca consejos ni soluciones... Sólo un pañuelo limpio en el momento oportuno.

• No hay mayor aliado de los tiranos que un pueblo sumiso porque cree tener alguna esperanza en lo que sea: el progreso material o la vida eterna.

• Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba llegar al otro lado.

• Lo agradable de los lugares donde uno recala depende, especialmente, de las personas que allí trabajan y le dan carácter.

• Todas las inquisiciones, sin distinción, se basan en el principio de la delación y la cobardía social. Porque lo malo no es siempre el fanático. Peores son quienes no lo son, pero desean congraciarse con él.

• Me encanta este país. Lo juro. Por eso no me voy.

• La conquista fue una gesta de la que se debe estar orgulloso y horrorizado al mismo tiempo.

• Para el pueblo español, acostumbrado a la obediencia ciega a la Religión y la Monarquía, un título nobiliario, una sotana o un uniforme son la única referencia posible en momentos de crisis.

• ¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

• Los españoles seguimos siendo los primeros enemigos de nosotros mismos. Empeñados en apagar las luces allí donde las vemos brillar.

• La misma persona puede luchar como una fiera y media hora después correr despavorida como una liebre. Los héroes no existen. Sólo las circunstancias.

• El modo más seguro de perder una batalla es creerla perdida.

• Somos 45 millones de humoristas involuntarios.

• Me siento más en casa que si viajo a París, por ejemplo, no soy nada patriotero, pero es que para mí, mi nación es mi lengua y mi cultura.

• La vida es una especie de restaurante caro donde siempre terminan pasando la factura, sin que por ello sea forzoso renegar de lo que se ha saboreado con felicidad o placer.

• Las chicas que crecen aprisa tienen los ojos tristes.

• No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente.

• Probado durante siglos: no son los tiranos los que hacen esclavos, sino los esclavos los que hacen tiranos. Lo que prueba una certeza de viejo reportero: los muertos sin duda están muertos; pero los vivos no siempre son lo que parecen.

• La vida es muy traicionera, y cada uno se las ingenia como puede para mantener a raya el horror, la tristeza y la soledad. Yo lo hago con mis libros.

• El azar tiene muy mala leche y muchas ganas de broma.

• Se mezclaron un mundo terrible y uno hermoso. Es una historia de la que podemos estar horrorizados y orgullosos al mismo tiempo.

• ¿Por qué nadie llama vándalos a los partidos políticos que llenan las paredes con su basura en vísperas de elecciones?

• Las leyendas solo sobreviven vistas de lejos.

• Todo lo vivido aprovecha, de una u otra forma. Excepto para los fanáticos y los imbéciles.

• Hay un momento complicado, cuando descubres que una guerra civil no es, como crees al principio, la lucha del bien contra el mal... Sólo el horror enfrentado a otro horror.

• A veces, cuando Dios tiene ganas de broma, castiga concediendo lo que deseas.

• España es un país gozosamente inculto.

• En América la Independencia no fue del pueblo, y cuando dicen eso mienten como bellacos.

• El hombre no ha nacido para resolver el problema del mundo, sino para averiguar dónde está el problema.

• El arte sólo sirve cuando tiene que ver con la vida.

• El dinero de los tontos es el patrimonio de los listos.

• En fin, lo que lamento profundamente es que, a partir del siglo XVIII, en España no se hermanara, como hizo la Revolución Francesa, la palabra ciudadano con patria, solidaridad, bien, esfuerzo y memoria común. Aquí no hubo guillotina para obispos, reyes y aristócratas; aquí siempre se ha fusilado a los mismos y de manera equivocada.

• Yo no tengo ideología, amigo mío. Yo lo que tengo es biblioteca.

• Lo bueno cuando arde Troya es que nada tienes que perder, pues nada esperas. Casi todo lo que cuento gira en torno a eso. Mis personajes siempre tienen una Troya ardiendo a sus espaldas.

• Las banderas, sin distinción, siempre las tejieron mercaderes sin escrúpulos y las agitaron demasiados hijos de puta.

• Decir que sin grafiti estarían limpias es mentira. Las ciudades están envenenadas. Mancha el humo de los coches y mancha la contaminación, todo está lleno de carteles con gente incitándote a comprar cosas o a votar por alguien.

• La gente se mueve por hambre, la historia de la humanidad la hace el hambre. En España había mucha miseria y América se presentaba como un mundo de oportunidad. Y había que ser muy valiente para embarcarse hacia un mundo desconocido.

• El que me niega lo que no merezco me da advertencia, no me quita nada; que en ambición sin méritos premiada, más me deshonro yo que me enriquezco.

• La guerra es sobre todo cuestión de aritmética: Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos.

• No hay como el hambre, ¿Verdad? . Para cambiar los puntos de vista.

• Sé que hay gente que mataría por mí y otra que no me soporta.

• La historia ha demostrado mil veces que no hay nada mas peligroso como un español acorralado.

• Todo es un tablero de ajedrez de noches y días donde el destino juega con los hombres como piezas.

• El ser humano pasa la mayor parte de su vida buscando pretextos para atenuar el remordimiento propio.

• El heroísmo ajeno siempre conmueve una barbaridad.