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Más frases de Fiódor Dostoyevski (105)

• Correcto o incorrecto, es muy agradable romper algo de vez en cuando.

• Hay una sola cosa que temo: no ser digno de mis sufrimientos.

• Los celosos son los primeros que perdonan, todas las mujeres lo saben.

• Es mejor equivocarse siguiendo tu propio camino que tener razón siguiendo el camino de otro.

• Me someto a la ética, pero no comprendo en modo alguno por qué es más glorioso bombardear una ciudad sitiada que asesinar a alguien a hachazos.

• El hombre que tiene conciencia sufre mientras reconoce su pecado. Ese es su castigo.

• Entre todas las figuras hermosas de la literatura cristiana, la de Don Quijote es la más perfecta. Pero Don Quijote es hermoso precisamente porque al mismo tiempo es ridículo.

• La compasión es la ley principal de la existencia humana.

• Este es mi último mensaje para ti: en el dolor, busca la felicidad.

• El hombre a veces se enamora apasionada y extraordinariamente del sufrimiento...

• No son los cerebros los que más importan, sino lo que los guía: el carácter, el corazón, las cualidades generosas, las ideas progresivas.

• ¿Qué piensas, un pequeño crimen no sería aniquilado por miles de buenas acciones?

• Soy un tonto con corazón pero sin cerebro, y tú eres un tonto con cerebro pero sin corazón; y ambos estamos descontentos, y ambos sufrimos.

• Si es honesto, robará; si él es humano, asesinará; si es fiel, engañará.

• No sé cómo callar cuando mi corazón está hablando.

• ¡Cuán bueno hace al hombre la dicha! Parece que uno quisiera dar su corazón, su alegría. ¡Y la alegría es contagiosa!

• El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor.

• No nos olvidemos de que las causas de las acciones humanas suelen ser inconmensurablemente más complejas y variadas que nuestras explicaciones posteriores sobre ellas.

• El hombre lo tiene todo en sus manos, y todo se le escapa por cobardía.

• ¿Qué puede ser más inverosímil que la realidad?

• Perdóname... por mi amor, por arruinarte con mi amor.

• Nada es más fácil que denunciar al malhechor; nada es más difícil que entenderlo.

• Lo peor es que la belleza es misteriosa y terrible. Dios y el diablo están luchando allí y el campo de batalla es el corazón del hombre.

• El misterio de la existencia humana no radica en mantenerse vivo, sino en encontrar algo por lo que vivir.

• El existencialismo no es tan ateo como para demostrar que Dios no existe. Más bien, declara que incluso si Dios existiera, eso no cambiaría nada.

• A veces nos encontramos con personas, incluso perfectos extraños, que comienzan a interesarnos a primera vista, de repente, antes de que se haya dicho una sola palabra.

• Todo el trabajo del hombre realmente parece consistir en nada más que demostrarse a sí mismo cada minuto que es un hombre y no una tecla de piano.

• ¡Es increíble lo que un rayo de sol puede hacer por un hombre!

• La naturaleza puede ser corregida, enmendada, pues de no ser así quedaríamos sepultados bajo los prejuicios. Sin eso no habría ni un solo gran hombre.

• ¿Qué es el infierno? Yo sostengo que es el sufrimiento de ser incapaz de amar.

• Creo que el diablo no existe, pero el hombre lo ha creado, lo ha creado a su imagen y semejanza.

• Uno puede enamorarse y aun así odiar.

• El áspid de la vanidad literaria infiere a veces mordeduras muy ondas y hasta incurables, particularmente en los individuos de pocos alcances.

• Rompe lo que debe ser roto, de una vez por todas, eso es todo, y toma el sufrimiento de ti mismo.

• Cuanto más estúpido es uno, más cerca está uno de la realidad. Cuanto más estúpida es la realidad, más clara es. La estupidez es breve e ingenua, mientras que la inteligencia se retuerce y se esconde. La inteligencia no tiene principios, pero la estupidez es honesta y directa.

• Arderás y te consumirás; serás sanado y volverás otra vez.

• La gente adulta no sabe que un niño puede dar consejos muy buenos incluso en el caso más difícil.

• Sin Dios, todo está permitido.

• Si quieres vencer al mundo entero, supérate a ti mismo.

• Creo que la mejor definición de hombre es el desagradecido bípedo.

• Lo juro, caballeros, que ser demasiado consciente es una enfermedad, una enfermedad realmente profunda.

• Si hay amor, puede prescindirse de la felicidad. La vida es buena, inclusive con penas.

• Es al separarse cuando se siente y se comprende la fuerza con que se ama.

• El dolor y el sufrimiento son siempre inevitables para una gran inteligencia y un corazón profundo.

• No te acuerdes de lo malo. Nos es preciso vivir juntos toda la vida.

• Sarcasmo: el último refugio de gente modesta y del alma casta cuando la privacidad de su alma es invadida de manera grosera e intrusiva.

• El miedo a las apariencias es el primer síntoma de impotencia.

• Dios mío, un momento de dicha. ¿Por qué no es eso suficiente para toda una vida?

• Si deseas vislumbrar dentro de un alma humana y conocer a un hombre, no te molestes en analizar su forma de estar en silencio, de hablar, de llorar, de ver cuánto se conmueve con ideas nobles; obtendrás mejores resultados si solo lo miras reír. Si se ríe bien, es un buen hombre.

• Nada ha sido más insoportable para un hombre y una sociedad humana que la libertad.

• Solía imaginar aventuras para mí, inventé una vida, para poder al menos existir de alguna manera.

• Se necesita algo más que inteligencia para actuar inteligentemente.

• Pronuncio lo que no te atreverías a pensar.

• La vida es el paraíso, y todos estamos en el paraíso, pero nos negamos a verlo.

• Vivir sin esperanza es dejar de vivir.