Frases célebres

Buscar frases por:

Autores

Temas

Proverbios

Fiódor Dostoyevski

Fiódor Dostoyevski es uno de los escritores rusos más leídos de la historia. Nació el 11 de noviembre de 1821 en Moscú y fue el segundo de siete hijos de Maria Fiódorovna Dostoyevskaya y Mijaíl Dostoyevski.

    Debido a su alcoholismo, su padre lo envió a la Escuela Militar de Ingenieros de San Petersburgo. Aunque Dostoyevski terminó sus estudios, al abandonar la academia decidió dedicarse a la literatura.

Sus obras realistas, preocupadas por el análisis psicológico de las emociones humanas, le otorgaron una influencia muy poderosa tanto en los escritores del siglo XIX como en los del XX.
    En 1849, su carrera literaria quedó fatalmente interrumpida. Se había unido a un grupo de jóvenes intelectuales que leían y debatían las teorías de escritores socialistas franceses, por aquel entonces prohibidos en la Rusia zarista de Nicolás I. Dostoyevski fue sentenciado a cuatro años de trabajos forzados en Siberia y a alistarse como soldado raso en el ejército ruso.

En 1857 contrajo matrimonio con María Dmítrievna Isáyeva. Tras la larga enfermedad y muerte de su mujer en 1864, y la de su hermano, cuyas deudas financieras tuvo que pagar, quedó prácticamente en la ruina. Poco tiempo después se casaría con Anna Snitkina, con la que fue muy feliz y padre de Sofiya (1868), Lyubov (1869) y Fiódor (1875).

    Dostoievski se pasó los siguientes años fuera del país para escapar de los acreedores. Fueron años de pobreza, pero de gran creatividad. Durante este periodo consiguió escribir Crimen y castigo (1866) y Los endemoniados (1871-1872), y tras su regreso a Rusia, en 1873, Los hermanos Karamázov (1879-1880).
    El 9 de febrero de 1881, Dostoievski falleció en San Petersburgo, víctima de una hemorragia pulmonar.

Fuente: buscabiografias.com

Frases y citas de Fiódor Dostoyevski (105)

• El secreto de la existencia humana no solo está en vivir, sino también en saber para qué se vive.

• El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías.

• Se sufre de dos clases de celos: los del amor y los del amor propio.

• Si quieres ser respetado por los demás, lo mejor es respetarte a ti mismo. Solo con eso, solo con el respeto propio obligarás a otros a que te respeten.

• Mentirnos a nosotros mismos está más profundamente arraigado que mentir a los demás.

• Además, hoy en día, casi todas las personas capaces tienen mucho miedo de ser ridículas y son miserables por eso.

• El poder solo se le da a quien se atreve a agacharse y tomarlo... uno debe tener el coraje de atreverse.

• ¡Cuando la razón falla, el diablo ayuda!

• La mayor felicidad es conocer la fuente de la infelicidad.

• No seas excesivo; lánzate directamente a la vida, sin deliberación; no tengas miedo, la inundación te llevará y te pondrá de nuevo en pie.

• Yo digo que dejemos que el mundo se vaya al infierno, pero siempre debería tomar antes mi té.

• ¿Pero cómo podrías vivir y no tener una historia que contar?

• Por supuesto, mis bromas son de mal gusto, inapropiadas y confusas; revelan mi falta de seguridad. Pero eso es porque no me respeto.

• En la mayoría de los casos, las personas, incluso las perversas, son mucho más ingenuas y sencillas de lo que uno generalmente supone. Y nosotros también.

• Hay que querer hasta el extremo de alcanzar el fin; todo lo demás son insignificancias.

• Los hombres aman los razonamientos abstractos y las sistematizaciones bien elaboradas, al punto de que no les molesta deformar la verdad; cierran los ojos y los oídos a todas las pruebas que los contradicen con tal de sustentar sus construcciones lógicas.

• Es mejor ser infeliz y saber lo peor, que ser feliz en el paraíso de los tontos.

• La mujer solo el diablo sabe lo que es; yo no lo sé en absoluto.

• Sobre todo, no te mientas a ti mismo. El hombre que miente a sí mismo y escucha su propia mentira llega a un punto en el que no puede distinguir la verdad dentro de él, ni a su alrededor, y por lo tanto pierde todo respeto por sí mismo y por los demás. Y al no tener respeto, deja de amar.

• Destruye mis deseos, erradica mis ideales, muéstrame algo mejor y te seguiré.

• El amor en acción es una cosa áspera y terrible en comparación con el amor en los sueños.

• Ama a los niños especialmente, porque ellos también son impecables como los ángeles; viven para suavizar y purificar nuestros corazones y, por así decirlo, para guiarnos.

• Cuanto más oscura es la noche, más brillantes son las estrellas, cuanto más profunda es la pena, más cerca está Dios.

• Las tonterías parlanchinas son el único privilegio que la humanidad posee sobre los otros organismos. ¡Al decir tonterías uno llega a la verdad! Hablo tonterías, por lo tanto, soy humano.

• Dar un nuevo paso, pronunciar una nueva palabra, es lo que la gente más teme.

• Siempre me gustaron los senderos laterales, callejones oscuros detrás de la carretera principal, allí uno encuentra aventuras y sorpresas, y metales preciosos en la tierra.

• Todo pasa, solo la verdad permanece.

• Después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos.

• En el mundo no hay nada tan difícil como la franqueza y nada tan fácil como la adulación.

• Ama a un hombre, incluso en su pecado, porque ese amor es una semejanza del amor divino, y es la cumbre del amor en la tierra.

• Es la tiranía una costumbre que se convierte al fin en una necesidad.

• Cien sospechas no son una prueba.

• El más inteligente de todos, en mi opinión, es el hombre que se hace llamar tonto al menos una vez al mes.

• No me incliné ante usted, me doblegué ante todo el sufrimiento de la humanidad.

• Puedes ser sincero y seguir siendo estúpido.

• Al hombre solo le gusta contar sus problemas; él no calcula su felicidad.

• El alma se sana estando con niños.

• Mucha infelicidad ha llegado al mundo debido al desconcierto y las cosas que no se dicen.

• Es la vida lo que importa, nada más que la vida: el proceso de descubrir, el proceso eterno y perpetuo, no el descubrimiento en sí mismo.

• Creo en la vida eterna en este mundo, hay momentos en que el tiempo se detiene de repente para dar lugar a la eternidad.

• Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular.

• La segunda mitad de la vida de un hombre está hecha únicamente de los hábitos adquiridos en la primera mitad.

• Es el gran misterio de la vida humana que el viejo dolor pasa gradualmente a una tranquila y tierna alegría.

• Tengo un plan nuevo: Volverme loco.

• El grado de civilización en una sociedad se puede juzgar al ingresar en sus prisiones.

• Un tonto con corazón y sin sentido es tan infeliz como un tonto con sentido y sin corazón.

• El dolor comprimió mi corazón, y sentí que iba a morir, y luego... Bueno, entonces me desperté.

• Puedo ver el sol, pero incluso si no puedo ver el sol, sé que existe. Y saber que el sol está allí, eso es vivir.

• El hombre es un misterio. Necesita ser descifrado, y si pasas toda tu vida desentrañándote, no digas que has perdido el tiempo. Estoy estudiando ese misterio porque quiero ser un ser humano.

• La gente habla a veces sobre la crueldad bestial del hombre, pero eso es terriblemente injusto y ofensivo para las bestias, ningún animal podría ser tan cruel como un hombre, tan artístico, tan artísticamente cruel.