Chistes de Animales
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• Había una vez dos murciélagos que
estaban hambrientos de sangre, llevaban mucho tiempo sin comer.
De repente llega otro murciélago con la boca bañada en sangre, y los
otros murciélagos se quedan asombrados y le preguntan:
- ¿Oye, dónde conseguiste tanta sangre?
Y el murciélago les responde:
- ¿Ven esa pared que está allá?
Y los murciélagos responden:
- ¡Sí!
- Bueno, yo no la vi. |
• Son dos estatuas, un chico y una
chica, desnudas una frente a la otra en medio de una plaza... y se les aparece Dios:
- Hola chicos, como lleváis 200 años uno frente al otro sin pestañear, y
como habéis sido buenas estatuas, os voy a conceder un deseo.
Las estatuas contestan al unísono:
- Dios, nuestro deseo es ser humanos.
Y Dios contesta:
- Ese deseo es muy difícil, pero bueno... os lo concederé. Seréis humanos
durante 10 minutos, procurad aprovecharlos.
En esto que las dos estatuas se vuelven humanas. Rápidamente bajan de los
pedestales en los que estaban y se van detrás de unos matorrales. Al
momento empiezan a oírse ruidos:
- Ahh, así, así, uyyyy, sigue, sigue, no pares!!!... Cómo me gusta, como disfruto!!!
A los cinco minutos se acerca Dios y les dice:
- Daos prisa que solo os quedan 5 minutos.
Y detrás de los matorrales se escucha a la estatua femenina decir:
- ¿Oíste? Date prisa, ahora me toca a mi, tu sujetas a la paloma y yo me cago en ella. |
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• Eran un elefante y un camello y el elefante le dice:
- Oye por qué tienes los senos en tu espalda?
- Mira quien habla, el que tiene la pirula en la cara. |
• Cabizbajo y deprimido, andaba
Gonzalo arrastrando su serio semblante. De repente, se tropieza con su amigo Félix.
- ¿Qué te pasa, Gonzalo, que te veo tan triste?
- Chico, estoy traumatizado. Vengo de un viaje por la selva y me ha
sucedido una cosa muy rara. Estaba dando una vuelta y entre los matorrales
apareció un gorila. Sin que yo tuviera tiempo para reaccionar, me arrancó la ropa y me violó.
- Jo, macho. Entiendo que estés preocupado, pero ahora ya ha pasado. Tranquilo.
- ¿Cómo que tranquilo? No me escribe, no me llama, no sé nada de él... |
• El hijito camello pregunta:
- Mami, ¿por qué tenemos estas patas?
- Ay, mi hijito, muy sencillo: son para no hundirnos en la arena del desierto.
- ¡Ahhh! ¿y por qué tenemos estas pestañotas?
- Ay, amorcito, es para proteger nuestros ojos del fuerte sol y de la arena del desierto.
- ¡Ahhhh! Mami, mami, ¿y por qué tenemos esta joroba?
- Oh, bebé, pues en la joroba acumulamos grasa y líquidos para soportar
muchos días en el desierto sin agua ni comida, así podemos tener grandes
jornadas de trabajo; para eso nos sirve.
- ¡Ahhhhhhhh! y mami, ¿entonces que carajo hacemos en un zoológico de la ciudad? |
• Está una tortuga subida a un árbol, se asoma a una rama y se tira de
cabeza al suelo, así hasta 10 veces.
De pronto dos palomas que están en otra rama se miran y dicen:
- ¿Deberíamos decirle ya que es adoptada? |
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• Una rata de laboratorio le dice a otra:
- Yo tengo a mi científico tan adiestrado que cuando aprieto ese botón, él me trae la comida. |
• Están jugando al fútbol el equipo
de los Elefantes contra el equipo de los Gusanos. A diez minutos del final
van ganando los elefantes por 50-0. De repente anuncian un cambio por el
equipo de los gusanos y sale el ciempiés. Cuando quedaban cinco minutos
para el final el ciempiés mete un gol tras otro y al final del partido
quedan 50-75. El capitán de los elefantes se le acerca al de los gusanos y le pregunta:
- ¡Que portento de jugador! Por qué no lo habéis sacado antes?
- Es que estaba terminando de atarse las botas. |
• Un ratón le dice a una rata:
- ¿Qué haces ahí sentada?
- Estoy esperando un ratito |
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