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Cita:
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Chistes de locos
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. Dos locos jugando a las adivinanzas:
- ¿Adivina que tengo en la mano?
- Un elefante.
- No vale, ¡Lo viste! |
. Está un hombre con su coche accidentado frente a un manicomio con la
llanta desmontada y lleva ya mucho tiempo pensando como ponerla, porque no
tiene tuercas para sujetarla.
En el portón del manicomio está un loco observándolo y este le dice:
- Sería conveniente que le quitase una tuerca a cada una de las tres
llantas para sujetar esa.
Y el hombre responde:
- Tienes razón, pero como ¿tú no estás loco?
Y este le responde:
- Si, estoy aquí por loco, no por tonto. |
. Esto son tres locos y se van a tirar por la ventana y cuando se tira el
primero se queda hecho una tortilla. El segundo también, pero al tercero
no le pasa nada y le preguntan los otros dos:
- ¿Por qué no te has hecho tortilla?
Y responde:
- Porque me he dejado los huevos arriba. |
. Un paciente del manicomio le dice a su psiquiatra que está a punto de
casarse.
- ¿Quién es la afortunada? -Pregunta el doctor-
- Una bonita pulpita -contesta el loco-
- Vamos, vamos, tiene que quitarse esa idea de la cabeza.
- De acuerdo, pero ¿Ahora qué hago con los 8 anillos? |
. Está un loco cazando y de repente ve un pato. Coge la escopeta como una
bala y dispara, Pum, Pum. El pato cae de inmediato a sus pies. Se queda el
loco asombrado mirando sus manos y dice:
- Coño, pero si no tenía escopeta.
El pato se levanta de pronto y dice:
- CABRÓN, que susto me has dado. |
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. Un loco peligroso se escapa y entra en un museo, todos los del museo
escapan menos un pobre inválido con muletas.
El loco bloquea la única salida y se acerca hacia el inválido con el
ceño fruncido, la sonrisa que caracteriza al esquizofrénico, las manos
abiertas a modo de zarpas y la lengua fuera. Cuando está encima del cojo,
abre su aterradora boca haciendo una mueca espantosa y dice:
- Me dejas dar una vuelta con tus muletas? |
. Estaban unos locos en un manicomio. Todos ellos estaban gritando:
- ¡Ocho! ¡Ocho! ¡Ocho!
Otro loco vio que los demás estaban gritando ocho, porque habían visto
un hoyo en la pared.
El loquito por curiosidad se asomó al hoyo de la pared, y cuando se
asomó, le picaron el ojo y los loquitos empezaron a gritar:
- ¡Nueve! ¡Nueve! ¡Nueve! |
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